Reforzar la conducta positiva en los niños pequeños tienes varios componentes clave: asegurarse de que los niños sepan y comprendan las expectativas de clase, explicándoles las consecuencias tanto de las conductas positivas como de las negativas y establecer premios que tengan un valor importante para ellos. En cuanto a los último, puede ser que los preescolares no valoren un día libre de tareas o una tarjeta de regalo como lo harían sus hermanos mayores, pero responderán de manera favorable ante la perspectiva de tiempo extra para jugar u otros regalos. Usar una corona durante el día o elegir un juego para el tiempo libre también son maneras divertidas de reconocer la buena conducta de los alumnos de preescolar.

Refuerzo y estímulo

Los conductistas han reconocido el valor del refuerzo positivo al ayudar a modificar la conducta. Esto es particularmente cierto con los preescolares, para quienes complacer a su maestra y otras autoridades suele ser muy importante. Aliéntalos a hacer todo lo mejor que puedan, seguir las reglas y tomar decisiones acertadas. Asegúrate de que comprendan las consecuencias tanto de las decisiones positivas como de las negativas. Apláudelos cuando hacen algo bien y sé muy específica. "Todos están portándose muy bien manteniéndose en fila" cuando estén yendo a almorzar o "Me gusta el modo en el que están usando sus palabras" para solucionar un conflicto, son algunos ejemplos.

Reconoce su buen comportamiento

Los niños aprenden a una edad muy temprana que suelen ser los alborotadores los que captan la atención de la maestra, aunque la misma sea negativa. Una de las mejores maneras de contrarrestar esto es ver a uno de los niños haciendo lo correcto sin que se lo hayan pedido. Alienta o recompensa estas características positivas del carácter, como la responsabilidad, honestidad o amabilidad. Este tipo de refuerzo ayuda a los niños a darse cuenta de que las conductas positivas son advertidas y valoradas por la maestra.

Premios acumulativos

Reconoce las conductas positivas de tus alumnos implementando un sistema de premios acumulativos. Etiqueta un frasco grande de vidrio, una pecera, un balde de plástico pequeño u otro recipiente con el tipo de premio que los niños disfrutarán cuando esté lleno, como una fiesta, un recreo extra o bocadillos especiales. Cuando un ñino hace algo positivo (por ejemplo, cuando ayuda a un compañero o limpia sin que se lo digan), dale una ficha para que coloque en el frasco. Algunas maestras utilizan bolitas de algodón o canicas; selecciona algo apropiado y que les resulte atractivo. Cuando hayan sido premiadas suficientes conductas positivas y el recipiente esté lleno, los niños pueden disfrutar de la recompensa.

Tablas de comportamiento

Las maestras de niños pequeños sueñen utilizar algún tipo de tabla de conducta visible. El sistema verde-amarillo-rojo de semáforo es una variante común: los niños cuya conducta cumpla con las expectativas obtienen una tarjeta o una marca verde al lado de su nombre; los niños que necesitan una advertencia o dos cambian su tarjeta por una amarilla; y los que se comportan mal o no cumplen con las reglas de la clase obtienen una marca roja. Se les dan oportunidades a lo largo del día para "alcanzar" el nivel amarillo o verde demostrando conductas adecuadas. Las maestras deberían darles a todos los niños una nueva oportunidad con un nivel verde al comienzo de cada día escolar.