Pluma de caña

Las plumas de caña eran una forma simple de instrumento de escritura, común en el último periodo antiguo pero menos en la Edad Media europea. Eran tan comunes en el mundo antiguo que la palabra latina para "pluma" realmente significaba "caña". Las plumas de caña estaban hechas al cortar una sección de caña hueca y afilar la punta con una pequeña abertura en ella. Estas plumas, aunque eran simples de hacer, no mantenían una punta afilada por mucho tiempo. Aunque las plumas de caña decayeron en Europa, eran todavía comunes en el medio oriente y en Asia.

Plumas de aves

Las plumas o plumas de aves estaban hechas con plumas de pájaros. Las mejores vienen principalmente de las plumas para volar de las aves grandes. Los gansos eran comúnmente usados para este propósito, aunque también se usaban las plumas de cisnes, que eran más raras y costosas. La pluma se mantenía afilada con un pequeño cuchillo, el ancestro del moderno cuchillo para plumas. Su combinación de dureza, flexibilidad y disponibilidad hizo que la pluma fuera el instrumento estándar de escritura del periodo medieval.

Estiletes

No toda la escritura se hacía con tinta en papel. Las notas temporales que no tenían que ser preservadas podían hacerse en tabletas de cera. Estas eran marcos de madera que contenían capas de cera en las cuales se escribía con un estilete. El estilete era un implemento de madera, hueso o metal con una punta afilada usada para cortar letras en la cera. El otro extremo del estilete era plano y podía usarse para suavizar las palabras. Los arqueólogos encontraron estiletes en sitios monásticos y en hogares de nobles.

Carbón

Otra forma de herramienta de escritura permanente era el simple palo de carbón. Aunque el mejor carbón para escribir viene del sauce, otras especies como los robles, fresnos, arces y avellanos también se utilizaron. El carbón se usaba no solamente para escribir breves notas o marcas en elementos como jarras y barriles, sino también para hacer bosquejos de imágenes preliminares para pinturas y decoraciones. El carbón se usaba en pergaminos, o en superficies de madera o piedra que habían sido encaladas.