"The Pumpkin Patch Parable (La parábola de la huerta de calabazas)"

Lee el libro llamado “The Pumpkin Patch Parable (La parábola de la huerta de calabazas)” a los niños. Este libro habla sobre cómo un granjero puede tomar una simple calabaza y convertirla en una calabaza especial. De la misma manera, Dios puede llenar sus corazones de felicidad y luz. Talla una calabaza real con los niños, como lo hizo el granjero de la historia. Luego, puedes realizar diferentes manualidades de calabazas, incluyendo pintar un plato de papel de color naranja y agregarle semillas de calabaza y una hoja.

Jesús cura a los 10 leprosos

Cuéntales a los niños la historia de Lucas 17. Para hacer la historia más interesante, puedes buscar la utilería y hacer que los niños te ayuden a actuar la historia mientras tú la cuentas. Explícales a los niños que necesitamos contarle a Jesús cuán agradecidos estamos. De la misma manera en que nos gusta que se nos agradezca, a él también. Como clase pueden hacer un libro de agradecimientos. Haz que cada niño haga un dibujo de algo por lo que estén agradecidos y luego engrapa las hojas juntas para hacer un libro.

Pavos agradecidos

Introduce el versículo en Salmo 107:1 a los niños. Explícales que necesitamos agradecerle a Dios porque él es bueno y nos regala cosas buenas. Puedes realizar algunos juegos para que los ayude a memorizar el versículo. Luego hagan una lista como grupo sobre las muchas cosas por las que debemos de estar agradecidos. Luego de esto, puedes darles a los niños tiempo para que puedan hacer una manualidad de un pavo agradecido. Dales un plato de papel para que lo pinten de marrón. Encuentra una imagen de la cabeza de un pavo, y pídeles que la coloreen la peguen al plato. Luego, escribe las cosas por las que cada niño está agradecido en plumas hechas de cartulina y pégalas en la parte de atrás del plato.

Alaba a Dios con la música y la danza

Cuéntales la historia en 2 Samuel 6 a tus alumnos. Explícales que David estaba muy feliz y agradecido porque Dios había traído de vuelta el Arca del Pacto a Jerusalén. Estaba tan feliz que cuando escuchó la música se puso a danzar. Una manera de alabar a Dios y mostrarle que estamos agradecidos es a través de la música y la danza. Haz que los niños hagan algunos tamborines usando platos de papel decorativo engrapados juntos y llenos con granos secos. Luego canta algunas de sus canciones favoritas mientras que ellos tocan sus instrumentos.