Responsabilidades

Step 1

Habla con tu hijo sobre las responsabilidades que trae ser un adulto. No tengas miedo de decirle lo que tuviste que hacer para abrirte camino. Reitera esos valores y la ética que le inculcaste cuando era más joven. Defiende tu posición. Si tu hijo adulto gasta su sueldo en la diversión, pero espera que le pagues el alquiler, rehúsate a hacerlo. Pagárselo le permitirá continuar con el comportamiento. A menos que dejes que las consecuencias naturales de esa conducta tengan lugar, siempre vendrá a ti para que le ayudes.

Step 2

Establece límites con los hijos adultos. Traza una línea de comportamiento cuando él venga a visitarte después de que esté por su cuenta. Si tu hijo espera entrar en tu casa y jugar con sus reglas, pídele que se vaya. No tienes que aguantar a alguien que entra en tu casa y se acuesta para ver la televisión, desordena todo y espera que limpies por él. Deja claro que esperas que siga las reglas durante las visitas. No es tu responsabilidad levantar las cosas por él.

Step 3

Exprésale tu amor, independientemente de la conducta desconsiderada que exprese, pero explica que amarlo no incluye aceptar el abuso de su parte. Ofrece ayuda razonable a un hijo que no parezca ser capaz de administrar su dinero. Por ejemplo, ofrécete para ayudar a tu hijo a preparar un presupuesto para que sus facturas se paguen primero. Haz esto una vez. Si se niega a seguir tu consejo, lávate las manos de la situación.