Mal comportamiento de los niños en la escuela

El mal comportamiento en la escuela puede obstaculizar la capacidad del niño para aprender.

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El mal comportamiento en la escuela puede conducir a una gran cantidad de problemas para el profesor, el cuerpo docente, los compañeros y para el mismo niño que causa los problemas. Conocer la diferencia entre un comportamiento rudo y un mal comportamiento puede ser un desafío. Si tu hijo se porta mal continuamente en la escuela, puede ser etiquetado como un "niño malo" y aislarse socialmente. Este mal comportamiento puede causar que el niño tenga dificultades escolares y sociales, y que sea doloroso para ti como padre.

Mal comportamiento

La intimidación, burlas, golpes e insultos son formas de mala conducta que se producen en la escuela. Los ajustes a las reglas en la escuela y en el salón de clases pueden desencadenar comportamientos inadecuados en los niños, especialmente cuando están en un ambiente con 20 o más estudiantes. Con tantos matices diferentes, definir el mal comportamiento es subjetivo. La tolerancia de un profesor juega un papel importante en la definición de mala conducta, de acuerdo con Pat Moranda, un psicólogo educativo. Lo que un profesor considera perjudicial, otro maestro puede ignorarlo pasivamente. Existen diferentes tipos de comportamientos que pueden perturbar el ambiente del aula, tanto en niños como en adolescentes, de acuerdo con la University of California, Fullerton. La grandilocuencia y discutir con el profesor monopoliza el tiempo de clase y es una forma de centrar la atención hacia sí mismos. Además, hablar excesivamente, pasar notas o la utilización de dispositivos electrónicos puede interrumpir la clase y el ambiente de aprendizaje durante el tiempo de clase.

¿Qué lo causa?

Las causas del mal comportamiento no tienen una respuesta definitiva. Los cambios emocionales, la genética y el estilo de vida juegan un papel importante a la hora de encontrar la causa raíz de los problemas de comportamiento. Si tu hijo tiene un comportamiento perturbador, ciertos cambios en la vida como el divorcio, la pérdida de una mascota o un ser querido, pueden llevar a la fluctuación de los sentimientos. Sin embargo, si tu hijo tiene dificultades con el comportamiento debido al trastorno de déficit de atención o al trastorno de oposición desafiante, estas condiciones subyacentes pueden contribuir a los problemas de comportamiento en la escuela. Según el Center for Mental Health Services, Substance Abuse and Mental Health Services Administration, se estima que 14% a 20% de todos los niños tienen algún tipo de problema de salud mental. El estilo de vida de tu hijo puede contribuir a su comportamiento en la escuela, sobre todo cuando el hogar carece de fuertes habilidades de crianza. Él puede mostrar estas conductas aprendidas de la casa, como la intimidación, el abuso o la imposibilidad de seguir reglas.

Cómo ayudar

Encontrar las técnicas correctivas para intervenir en la conducta disruptiva juega un papel integral para terminar con el problema. El Dr. Markus Bidell y el Dr. Robert Deacon, ambos consejeros escolares, consideran que las intervenciones punitivas, como detención, suspensión y expulsión son formas de erradicar conductas disruptivas en la escuela, pero no formas eficaces para resolver el problema de tu hijo. Utilizar técnicas de reconexión a través de consejeros escolares, en lugar del aislamiento, ayuda a abrir las líneas de comunicación, reforzar las reglas y "dar luz" para los hijos problemáticos. Además, si su conducta disruptiva es de naturaleza médica, consultar con un profesional del cuidado de la salud de la familia es aconsejable. El médico evaluará su historial médico y, posiblemente, sugerirá terapia o medicamentos.

Qué se debe considerar

Un estudio realizado en 2009 por la School of Public Health at the University of Alberta publicado en el "British Medical Journal" sugiere una correlación con el aumento de deficiencias sociales y de salud en la edad adulta, cuando el comportamiento disruptivo exhibido por un niño fue de moderado a extremo, afectando la vida familiar, las relaciones sociales y el empleo.

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