Los trabajadores sociales ayudan a los clientes de las casas hogar a fijarse metas

En la mayoría de las casas grupales, los trabajadores sociales colaboran con los administradores de la casa o los directores residenciales para ayudar a los clientes a ponerse metas y planificar estrategias para alcanzarlas. Si una casa grupal es una residencia para adolescentes, un trabajador social podría participar en reuniones de equipo para abordar los problemas de comportamiento o de otro tipo en la escuela. Esto puede implicar también reuniones con los consejeros escolares y demás personal para supervisar el progreso del cliente en la escuela.

Los trabajadores sociales conectan a los clientes de una casa grupal con los servicios necesarios

Los residentes de casas hogar a menudo requieren servicios especiales como atención médica, evaluaciones psiquiátricas y asistir para solicitar ayuda pública. El trabajador social de la casa grupal suele ser la persona responsable de enviar referencias, programar citas y acompañar a los clientes a las citas.

Los trabajadores sociales asesoran a los clientes de hogar grupal

Los trabajadores sociales que están autorizados para proporcionar terapia pueden ofrecer orientación a los clientes de la casa hogar. Por ejemplo, los adolescentes que viven en casas hogar a menudo son colocados allí debido a una historia de abuso o problemas familiares. Un trabajador social puede ayudarles a resolver asuntos difíciles, que podrían afectar su capacidad para desempeñarse bien en la escuela y confiar en los demás.

Los trabajadores sociales ayudan a sus clientes con las grandes transiciones

Las personas que se mudan a las casas hogar desde niños pueden ser requeridos a salir de la vivienda una vez que llegan a cierta edad o se gradúan de la preparatoria. Los trabajadores sociales pueden guiar a los clientes de la casa hogar a través del proceso de transición a la edad adulta. Pueden ayudarlos a encontrar alojamiento, solicitar asistencia pública, conseguir un trabajo o entrar a la universidad.