Step 1

Prepara la pared al limpiarla con una esponja con jabón suave y agua. Deja secar por completo.

Step 2

Lija la superficie de la pared, en especial si es brillante, para que la pintura base se adhiera a la superficie. Usa un bloque para lijado envuelto en papel de lija y frota la pared con pasadas rápidas y uniformes. Limpia el polvo con un paño de microfibra.

Step 3

Aplica una capa de pintura base con el rodillo mediante trazos largos y superpuestos. El tono exacto de la pintura base dependerá del color de la nueva pintura, pero debe ser muy clara. Deja que la primera capa se seque durante un par de horas, o como se indique en el envase, antes de aplicar una segunda capa.

Step 4

Deja que ambas capas de pintura base se sequen durante toda la noche. Si al día siguiente el color oscuro continúa visible, aplica una tercera capa y deja secar por completo. Repite hasta que la pintura base esté lo más opaca y pareja posible, luego deja secar durante al menos 24 horas.

Step 5

Aplica al menos dos capas de pintura clara sobre la pared con pintura base, hasta que el color quede perfectamente parejo.