Step 1

Marca un área cuadrada o rectangular de la pared para la pizarra con cinta de pintor o cinta adhesiva. Sostén un nivelador contra los bordes de la cinta para asegurar que la misma esté nivelada y cuadrada como deseas.

Step 2

Pasa un tapa poros en la pared dentro de los límites encintados. La cinta evita que el tapa poros se esparza al resto de la pared y deja un borde crujiente para la pizarra. Permite que el tapa poros seque durante la noche.

Step 3

Vierte pintura de pizarra en una bandeja de pintura. Pasa una capa de pintura de pizarra encima del tapa poros, usando un rodillo. Pasa la pintura en una dirección para crear una capa lisa. Permite que seque por dos a cuatro horas.

Step 4

Agrega una segunda capa de pintura de pizarra para que el área pintada sea pareja y no tenga rayas visibles. Permite que la segunda capa se seque durante la noche.

Step 5

Pela la cinta cuidadosamente de la pared. Usa el área pintada como lo harías con una pizarra común.