Reglas en una relación con un militar

Cuida tu matrimonio.

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Tener una relación puede ser complicado si perteneces al ejercito. Durante los despliegues o periodos de entrenamiento, las emociones pueden surgir con más facilidad y volver todo más intenso. Hay algunas reglas básicas que son útiles para un militar y su novia o su esposa.

Confianza

Gran parte del tiempo que se pasa en el ejercito es tiempo lejos de los seres queridos. Las distancias a larga distancia nunca son fáciles para nadie, pero es importante que confíes en tu pareja. Demostrar confianza le hará saber que conoces sus principios y que sabes que tomará las decisiones correctas mientras tú estás lejos.

Ser paciente

Los hombres militares están lejos de su hogar mucho tiempo por sus entrenamientos o despliegues. Sus parejas se hacen cargo de los niños, el hogar y las cuentas; incluso salen a trabajar o asisten a la universidad. Si llamas a tu casa y te responde la contestadora, ten paciencia. Piensa en todo con lo que tu pareja lidia y no se lo menciones, si sólo tienen unos minutos para hablar por teléfono. Cuando puedas estar en contacto con ella, no la hagas pasar un mal momento por no haberte contestado anteriormente. Disfruta su tiempo en el teléfono.

Ser fiel

Los despliegues pueden ser en cualquier parte y durar de tres meses a un año y medio. En el periodo que estés alejado de tu pareja te puedes aburrir y sentir solo, pues tendrás acceso limitado al cine, la música y la vida nocturna, y a veces te sentirás tentado a buscar consuelo con alguien en el lugar donde estés. Si vas a confiar en tu esposa, ella también debe poder confiar en ti; caer en la tentación puede arruinar años de confianza con ella. Así que la debes respetar sumamente mientras estás lejos.

Tener calma

Las tensiones pueden incrementarse durante conversaciones telefónicas, pues es fácil malinterpretar las cosas. Ambos están frustrados y molestos por no poder hablar de frente a frente; así que sin importar nada, mantén la calma. Si estás en zona de combate, es importante que estés pendiente todo el tiempo de lo que sucede a tu alrededor. Cuando las frustraciones realmente los afecten, respira profundamente y dile con calma que es mejor que sigan conversando en otro momento.

Ser alentador

Tu esposa está en casa lidiando con mucho, así que asegúrate de que sepa que aprecias todo lo que hace por ti, la casa y los niños. Si tiene problemas o pierde un recibo, no es el fin del mundo; escucha sus frustraciones y propón soluciones sencillas. No trates de controlarla y decirle cómo hacer las cosas o pensará que crees que no está haciendo nada bien. Hazle saber que sólo es por un tiempo y que pronto estarás en casa para ayudarla.

Quedarse en casa

Estar en casa (en barracas) va acompañado de confianza y fidelidad. Es fácil perder el control si sales cada fin de semana y bebes alcohol. Salir por un unos tragos con tus compañeros después de un día difícil es comprensible, pero cuando lo haces cada fin de semana o entre semana, debes reflexionar sobre tus acciones. ¿Cómo te sentirías si tu esposa frecuenta los bares cada fin de semana o entre semana? No le hagas lo que no quieres que ella te haga.

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