Tipos de asentamientos

Hay básicamente dos tipos de colonias de asentamiento. Las primeras se producen de manera espontánea, cuando un grupo humano llega a zonas que están deshabitadas o no tienen dueño conocido y se instalan allí. Las segundas son fruto de una estrategia geopolítica de ocupación, generalmente orientada por el interés de apropiarse de un espacio en el que se halla ubicado otro grupo humano. Se pretende desplazar a dicho grupo o someterlo al poder y la cultura del ocupante.

Colonias de asentamiento espontáneas

Corresponden a los procesos de invasión ilegal en las zonas periféricas de las grandes ciudades, un fenómeno extendido en los países en crecimiento económico. Familias o colectivos de origen rural ocupan terrenos que no han sido urbanizados, pero se encuentran cerca de la ciudad. También se da el caso de zonas en las que no ha penetrado el hombre, como ocurre en algunos territorios de Amazonía, a donde llegan colonos y se apropian de áreas del territorio.

Colonias de asentamiento simple

Fue un proceso histórico de poblamiento propio de las grandes potencias europeas en los inicios de la Edad Moderna. Se trató del asentamiento pacífico de numerosos habitantes en un territorio diferente al de su lugar de origen, llevando consigo las formas de vida propias de su nación. Un ejemplo típico de este tipo de colonias son Nueva Zelanda, Canadá y Estados Unidos, en donde los colonos se establecieron imponiendo sus propias instituciones y cultura en los nuevos territorios.

Colonias de asentamiento intensivo

Corresponden a las formas de poblamiento en las cuales se desencadena una particular violencia contra los pueblos originarios de una zona, para lograr imponer a nuevos grupos humanos venidos de fuera. Paradójicamente, es frecuente que en este tipo de colonias se produzca un profundo mestizaje entre los pueblos originarios y los invasores, formando así una nueva cultura en la que predomina el sincretismo. Ejemplos de este tipo de colonias son Jamaica, Perú y Argelia, entre otras.

Colonias judías

Las colonias judías son asentamientos construidos por los israelíes, después de la Guerra de los Seis Días, en Egipto, Jordania y Siria. En esos territorios el gobierno israelí ejerce pleno dominio y han sido fuente de grandes tensiones entre judíos y musulmanes. Varios de esos asentamientos han ido desmontándose, pero actualmente persisten colonias en Cisjordania, Altos del Golán (Siria) y Jerusalén. Este tipo de asentamientos han sido prohibidos por la ONU y por varios tratados internacionales.