Una actividad para que los niños amen al prójimo

Ayuda a los niños a aprender cómo amar al prójimo activamente.

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El concepto de amor al prójimo trasciende el cristianismo y otras religiones: se aplica a una variedad de creencias. En tu esfuerzo por enseñar a un niño a amar efectivamente al prójimo, el uso de actividades prácticas harán que el aprendizaje de este concepto sea agradable y memorable.

¿Quién es el prójimo?

Mientras que los niños a menudo aprenden el concepto de un prójimo conociendo a la gente que vive al lado o en el pasillo, se trata de una definición literal que no abarca plenamente el concepto, de acuerdo con Klyne Snodgrass, autor del libro "Historias de Intención: una guía completa de las parábolas de Jesús". Ayuda a tu hijo a entender que un prójimo es cualquier persona que puede ver o conocer a lo largo del día. Las personas que viven en la misma casa, en su cuadra, en su ciudad, en su país y que comparten el planeta todos califican como "prójimos".

Haz una lista

Una vez que defines el prójimo para tu hijo, haz que se entusiasme acerca de las formas que podía mostrar el amor a las personas que lo rodean. Haz una lista. Tu hijo y tú podrían enviar un paquete de atención a las tropas, recoger los zapatos usados ​​en buen estado para enviar a los niños que los necesitan, ayudar a un vecino de edad avanzada con el trabajo en el jardín, hacer una comida para llevar a un amigo enfermo o donar libros a un refugio para los niños. Haz tu lista tan larga como puedas; puedes trabajar en ella con el tiempo y tachar cada actividad a medida que la completas.

El trabajo del amor

Anima a tu hijo a elegir una actividad para empezar a demostrar el amor al prójimo. Si tu hijo tiene problemas para elegir algo, guía suavemente hacia una actividad que consideres que puede ser adecuada para un primer proyecto. Reúne los elementos que necesitas para completar el proyecto y trabajen juntos, si vas a participar. Si la actividad es un servicio para alguien, ponte en contacto con la persona y haz los arreglos para llevar a cabo la actividad. Tal vez tu hijo y tú podrían visitar a un vecino y preguntarle si le gustaría ayuda con el jardín o tal vez los dos podían ver estanterías de tu hijo y elegir algunos libros usados ​​para otros niños de un refugio local.

Compartir el amor

Una vez que hayas hecho el trabajo, hagan el seguimiento juntos para expresar su amor al prójimo. Si el proyecto implica la realización de algo para alguien, entrégalo a la persona con tu hijo, lo que permite a tu hijo presentar el regalo a la persona. Si el proyecto consiste en un servicio, trabaja en él junto con tu hijo, lo que le permitirá ser una parte fundamental e importante del servicio. Un espíritu generoso y tu actitud pueden tener un poderoso efecto positivo en el donante, según Greater Good, un programa dirigido por la Universidad de California Berkeley.

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