¿Pueden las venus atrapamoscas comer hormigas?

El nombre en latín de la atrapamoscas de venus es Dionaea muscipula.

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En el reino vegetal, pocas especies son tan temibles como la venus atrapamoscas, por lo menos desde el punto de vista de un insecto. Si bien la mayoría de las plantas obtienen el nitrógeno y otros nutrientes esenciales para su crecimiento del aire y del suelo, la venus atrapamoscas y otras plantas carnívoras adquieren su sustento consumiendo animales, principalmente insectos y arácnidos.

Dieta

Las hormigas son una de las especies que la venus atrapamoscas come. Dependiendo del tamaño de la planta y su localización, ésta también consumirá arañas, moscas, avispas, abejas, pulgones, escarabajos y saltamontes. De hecho, a pesar de su nombre, los insectos rastreros tales como las hormigas componen una porción mucho mayor de la dieta de la venus atrapamoscas que las criaturas voladoras.

Captura

Para atrapar a su presa, una venus atrapamoscas se mueve muy rápido. Los lóbulos en los extremos de las hojas de la planta, lo cuales son ligeramente similares a mandíbulas, están separados cuando tratan de atraer a la presa. La parte interna de estos lóbulos está cubierta de pequeños pelos. Cuando un insecto tal como una hormiga roza estos pelillos, activa los lóbulos para que se cierren, atrapando a la criatura adentro.

Digestión

Algunas abejas son lo suficientemente grandes para abrirse paso a través de los lóbulos cerrados, mientras que otros insectos son lo suficientemente pequeños para arrastrarse entre los bordes. Pero si la presa no es capaz de escapar de la trampa, sus movimientos mientras trata de hacerlo siguen estimulando los pelos de activación y provocan que la venus atrapamoscas selle herméticamente la misma. En el interior, enzimas similares a los ácidos estomacales de los humanos digieren a la presa. La digestión usualmente toma cerca de 10 días, después de los cuales la trampa vuelve a abrirse, los restos del insecto son desechados y la planta está lista para volver a comer.

Otros hechos

En la naturaleza, las venus atrapamoscas crecen en suelos pobres en nitrógeno y fósforo, tales como humedales cenagosos y sabanas, en los cuales la mayoría de las plantas no pueden sobrevivir. Éstas pueden mantenerse en casa, pero deben proveérseles insectos como alimento. Las venus atrapamoscas pueden sobrevivir hasta dos meses sin comida, pero es aconsejable alimentarlas cada 10 días, más o menos. Si algo que no sea una presa, como una hoja, activa la trampa de la planta, los lóbulos usualmente se abren después de unas cuantas horas. Tomar especímenes de estos de su entorno natural es ilegal.

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