Cómo recuperar el control sobre tus estudiantes en el salón de clase

En general, el mal comportamiento no pasa desapercibido.

Jetta Productions/Lifesize/Getty Images

Los estudiantes necesitan un ambiente ordenado para que puedan concentrarse en aprender, y los profesores deben darse cuenta de que casi todos ellos se portarán mal siempre que se les dé la oportunidad. Es responsabilidad del maestro estar preparado para manejar el comportamiento no deseado y también saber cómo restablecer su autoridad inmediatamente, pues de otro modo, el aula quedará fuera de control. Existen estrategias que pueden contribuir a crear un ambiente ordenado, saludable y propicio para el aprendizaje.

Intégrate a la clase llevando la firme convicción de que vas a producir un cambio positivo. Demuestra esto a través de un lenguaje corporal libre y seguro. Los estudiantes son sensibles a las emociones y son capaces de captar tu determinación o tu miedo. Levanta la cabeza, míralos directamente a los ojos y háblales con firmeza y respeto, siempre sin gritar. Desde éste momento, comienza a modelar el comportamiento que deseas ver en ellos. No te lo tomes personal cuando los estudiantes se porten mal. En el aula debes ser adulto, así que no puedes darte el lujo de reaccionar emocionalmente. No les demuestres ira ni enojo, pero hazles saber que tú eres quien manda.

Diles que a partir de determinado momento, habrá nuevas reglas de comportamiento en el aula. Ahora establece unas cuantas reglas claras. No demasiadas, pues en esta situación, menos es más. A menudo, los grupos de alumnos se pueden sobrellevar de manera muy eficaz con una sola regla: "ser respetuoso en todo momento". Pídeles a tus estudiantes que te ayuden a sugerir otras normas que consideren necesarias, pero no mantén el número total de ideas reducido a menos de cuatro.

Informa que a partir de ahora, habrá una rutina que se debe seguir al comienzo de cada lección. Por ejemplo, puedes hacer que tus estudiantes lleven diarios al día en los que anoten lo que recuerden haber hecho y aprendido en la lección del día anterior. Esto se puede hacer en menos de cinco minutos, pero es una oportunidad para que tomes asistencia o lleves a cabo cualquier otra tarea administrativa mientras la clase se mantiene en órden. Los estudiantes deben saber exactamente lo que deberían estar haciendo al llegar al aula.

Llega siempre a la clase con copias adicionales del libro de texto, así como con un suministro extra de hojas de papel y lápices para solucionar rápidamente el problema de los alumnos que no vienen preparados. Anuncia a la clase completa que los nombres de quienes no lleven lo que necesitan van a quedar registrados en una "lista negra" -la cual genera consecuencias- y que nadie quedará exento de realizar las actividades normales. Es necesario pues, que tengas material extra para que los mantengas ocupados trabajando en cualquier momento a partir de ahora. Déjales saber que no habrá más tiempo perdido durante la clase.

Diles a tus estudiantes que todos los alumnos van a ser tratados de manera justa y consistente. Mantente firme y no demuestres favoritismo en ningún momento. Haz lo mismo cuando se trate de malas conductas, sin importar quién las esté llevando a cabo. Di algo positivo acerca de cada uno durante la lección, especialmente a los que tienden a meterse en problemas. Sorpréndelos haciendo algo bien y alábalos un poco por ello. Los estudiantes problema por lo general buscan atención y responden bien a la atención positiva que es sincera.

Ten a la mano una listado de consecuencias generadas por el incumplimiento y la mala conducta y haz que los estudiantes estén consientes de ello de antemano. El castigo siempre debe ajustarse a la falta, así que si la falta es severa, los estudiantes deben resentirlo. No lances amenazas que no quieres o no puedes cumplir y evita enviar a los alumnos a la oficina del director a menos que se hayan visto envueltos en una situación de extrema gravedad, como por ejemplo, una pelea física. Si abusas de la opción de enviarlos con el director, estás haciendo llegar el mensaje de que no puedes manejar los problemas tú mismo.

Llama a casa de cualquier estudiante cuyo comportamiento no mejore de manera consistente. Advierte a los estudiantes que ésta va a ser una práctica regular. Deja que los padres sepan que aunque hubo problemas importantes en la clase, la situación ha mejorado. Luego explica que su hijo sigue teniendo algunos problemas y que debe cambiar su comportamiento. Pídeles que ayuden a su hijo a entender que debe estar en la mejor disposición para corregir su mal comportamiento de manera inmediata.

eHow en espanol
×