¿Cuáles son las tres mejores maneras para mantener la disciplina en una clase?

Tener una clase bien manejada, con clases cautivantes, expectativas y consecuencias claras para todos, son las claves para mantener la disciplina.

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La disciplina en clase está directamente relacionada con el manejo de la clase. Una clase bien manejada tiene menos problemas de comportamiento y disciplina de los alumnos. Es por eso que cuanto mejor puedas manejar la clase, mejor se comportarán tus alumnos. La disciplina de los alumnos y el manejo de clase no son lo mismo pero están muy relacionadas. Las mejores maneras para mantener a los alumnos disciplinados tienen que ver con tener una clase bien dirigida, diseñando clases motivadoras y teniendo expectativas claras con consecuencias definidas para el comportamiento de los alumnos.

Manejo de clase

Debes tener una básica comprensión del manejo de una clase y de cómo llevar adelante una lección organizada. Planifica tu día. Hay muchas cosas que pasan cada día. Los alumnos entran a la clase, se van, trabajan, cambian de materia a otras materias.

Una buena práctica es desarrollar procedimientos para cada cosa que los alumnos hacen en su día de clase. Asegúrate de que tus alumnos sepan cómo entregar sus tareas. Haz procedimientos para lo que los chicos deben hacer cuando entran a clase y lo que deben hacer antes de irse a casa. Los listados son una muy buena herramienta que ayudará en los problemas de disciplina porque los alumnos sabrán que es lo que esperas que estén haciendo en cada momento.

Los procedimientos deben ser revisados antes de cada actividad. Cuando termina una materia y la siguiente comienza, recuérdales lo que se espera que hagan, sea que deban guardar sus libros o esperar que un compañero los recoja para colocarlos en la repisa.

Buenos procedimientos son la base de un buen manejo de clase.

Clases motivantes

Mantén la disciplina en la clase mediante el diseño de actividades motivadoras. Cuando los alumnos están activamente involucrados en una actividad habrá menos problemas de disciplina. Eso hace que la motivación sea diferente entre materias y entre grados. Sin embargo, hay algunos elementos básicos que deben estar presentes en todas las materias.

Primero, cuenta brevemente el contenido de la clase antes de comenzar. Explica claramente lo que vas a enseñar, lo que esperas que los alumnos aprendan y las actividades que desarrollarán. Tomar algunos minutos para contar sobre la clase que está por comenzar ayuda a crear el escenario para lo que enseñarás.

Segundo, planea la clase. Arreglárselas sobre la marcha pocas veces funciona. Ten los elementos necesarios listos. Ten apuntadas las páginas que los alumnos deben abrir y ten la actividad de cierre planeada. Una muy buena práctica es adelantarse a dos posibles alternativas. Primero, qué harás si la clase toma más tiempo del que habías planeado. Segundo, qué harás si la clase toma menos tiempo del que anticipaste. Responderte estas preguntas con anticipación te ayudará a estar mejor preparado y asegurará que puedas mantener a los alumnos atentos a la clase.

Finalmente, haz un cierre de cada clase y una transición a la siguiente actividad. Recuerda a los chicos lo que aprendieron. Habla sobre las tareas. Adelántales qué cosas verán al día siguiente. Luego, usando tus procedimientos, haz la transición a la siguiente actividad. Cuando los chicos saben lo que han hecho y lo que van a hacer, hay menos confusión y por ende mejor disciplina.

Expectativas claras y consecuencias

La última estrategia para mantener la disciplina de la clase es tener expectativas claras y establecer las consecuencias que tendrán los alumnos que no las cumplan. Esto varía de clase en clase y de grado en grado, pero también varía de actividad en actividad. No tienes las mismas expectativas cuando los alumnos hacen un trabajo en grupo que cuando un chico presenta delante de sus compañeros. A continuación encontrarás algunos elementos a tener en cuenta:

Primero, repasa regularmente las expectativas y las consecuencias. Es mejor prevenir problemas de disciplina que tener de resolverlos, y algunas veces algo simple como un recordatorio en suficiente.

Segundo, evita las consecuencias que involucran a toda la clase. Haz todo lo posible para manejar los problemas de disciplina ocupándote de los alumnos que están teniendo problemas ese día. Si es un tema de disciplina de toda la clase, seguramente tenga que ver con una falla de procedimiento, y no se deba a un tema de disciplina estudiantil.

Tercero, haz todo lo posible para manejar los temas de disciplina discretamente. Muchas veces, un chico que no cumple con tus expectativas está buscando atención de la clase. Manejando los problemas privadamente, no en frente del resto de la clase, quitarás la motivación de llamar la atención del resto.

Reflexiones finales

Tener una clase bien manejada, con clases cautivantes y expectativas y consecuencias claras no pasa de un día para otro. Toma tiempo y práctica. Cuanto más trabajes en eso, mejor te saldrá.

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