Los cinco pasos para lavar los platos

Enseña a los niños a lavar los platos de manera eficiente.

Jupiterimages/Creatas/Getty Images

Lavar los platos no es sólo ponerlos en agua jabonosa y frotarlos. Sistemáticamente seguir un proceso de cinco pasos hace más fácil conseguir limpiar los platos. Lavar los plato también incluye secarlos para que no queden manchas de agua o polvo después de que estén limpios.

Quitar la comida

Frota todas las partículas de comida de los platos en un depósito de basura o basurero. Usa una espátula o pieza de cuchillería para que puedas remover la mayoría de la comida de los platos.

Pre-enjuagar

Enjuaga los platos en agua caliente para quitar cualquier partícula de comida y salsa que todavía quede. Enjuaga los vasos y cualquier cubierto usado. Enjuaga los platos de servir y artículos de cocina.

Lavar

Abre el agua caliente en el fregadero con algún detergente. Si tienes dos fregaderos, puedes poner el agua para lavar en un lado y utiliza el otro lado para enjuagar los platos. Usa un paño o cepillo suave para lavar platos. Usa un cepillo para limpiar dentro de las botellas o vasos de estilo fino. Lava las copas primero luego los tazones, platos y cubiertos y después los platos para servir y utensilios de cocina. Los sartenes siempre se lavan últimos.

Enjuague final

Pon los platos lavados en el escurreplatos en el otro fregadero. Si tienes solamente un fregadero, coloca el escurreplatos en el mostrador. Después de que tienes el escurreplatos lleno, puedes lavarlos. Si el escurreplatos está en el segundo fregadero, utiliza la manguera para lavar los platos con agua caliente. Si no tienes una manguera, utiliza un vaso de agua potable limpia, vierte el agua caliente sobre los platos para enjuagarlos. Si el escurreplatos está en el mostrador, vacía el agua desde el tanque de lavado, enjuaga la espuma y coloca el escurreplatos en el fregadero y enjuaga.

Secado

Seca los platos limpios con un paño de platos libre de pelusas. A medida que se secan los platos pon las piezas en el mesón para mantenerlas limpias. Si no quieres secar los platos y no te importan las manchas de agua, puedes dejarlos en el escurreplatos para que se sequen al aire. Cuando los platos estén secos ponlos inmediatamente en los estantes para que no se llenen de polvo o vuelvan a ensuciar.

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