Establece las reglas

Desde el inicio del año escolar, el maestro debe hablar con los niños acerca de las reglas en clase y lo que se espera de su conducta; debe comentar los problemas que se pueden presentar a futuro y las posibles soluciones; debe hacer explicitas algunas reglas sencillas como: "Debemos cuidarnos a nosotros mismos. Debemos respetar a nuestros amigos. Debemos responsabilizarnos de nuestras cosas". Dichos enunciados son fáciles de recordar y son un gran apoyo en diferentes situaciones. El maestro debe elaborar un cartel grande que presente las reglas y ubicarlo dentro del salón; debe motivar a los niños a imaginar situaciones, cuya solución requiera la aplicación de dichas reglas para que éstos empiecen a desarrollar el autodominio.

Representación teatral

Con dos títeres haz explícita una relación social. Presenta los muñecos a los niños y utilízalos para hacer evidentes las relaciones interpersonales. Por ejemplo, el intercambio es a menudo una fuente de conflicto entre los niños pequeños. Dramatiza una situación en la que un títere pide un juguete y el otro no quiere darlo. Pide a los niños que propongan posibles soluciones. Después, con los mismos títeres pon a prueba las soluciones propuestas. Por ejemplo, un títere actúa pidiendo su turno, esperando una respuesta, buscando un juguete diferente o haciendo una tarea. Pon las marionetas a disposición de los niños en el momento más importante de la situación para que éstos puedan experimentar las habilidades sociales de forma independiente. Anímalos para que apliquen en situaciones reales lo que están aprendiendo. Participa moderando la situación cuando sea necesario y felicita a los niños cuando resuelvan los conflictos con éxito.

El bastón que otorga la palabra

Las interrupciones en el trabajo y el tiempo son otra fuente de conflicto muy común. Realiza actividades para que los niños aprendan a esperar su turno, a responder preguntas y tener reciprocidad en una conversación. Usa un "bastón que otorga la palabra"; cualquier objeto largo o palo puede dar este servicio. En cualquier tienda de juguetes los puedes encontrar de plástico y de colores brillantes. Presenta uno ante los niños y haz explícito que la única persona que puede hablar es la que tiene el bastón en sus manos. Haz preguntas a los niños como por ejemplo "¿Qué tienes para desayunar?" Pasa el bastón de un niño a otro, dejando que cada uno responda la pregunta cuando tiene el bastón. Felicítalos por escuchar en silencio y esperar su turno.

La caja de la tranquilidad

Habla con ellos sobre las estrategias para calmarse, como contar hasta 10, respirar profundo o hablar con un adulto. Haz dibujos que las representen de forma plástica en una tarjeta y colócalas en una caja. Cuando un alumno llegue molesto o enojado, saca la caja y deja que escoja una; con el tiempo, ellos utilizarán esas estrategias de forma independiente.

Compartir conocimientos

En clase, pide a los niños que expongan cosas que ellos saben hacer y que son provechosas para que otros las aprendan. Por ejemplo, un niño puede saber cómo atarse los zapatos o cerrare la cremallera de su chaqueta. Otro puede ser experto en el uso de tijeras o pegamento. Haz un cartel con fotos de los niños que expresan a sus compañeros sus capacidades. Cuando un niño tenga dificultades para hacer su tarea, pide a otro que sea competente que lo ayude.

Desarrollo apropiado del juego

Los niños pequeños, especialmente los varones son muy activos y requieren de mucha actividad manual. Pon a su disposición diferentes materiales ocupacionales como la madera, rompecabezas, bloques de plástico, plastilina y otros más cada día. Mantén a los niños ocupados en cuerpo y alma y de esta manera disminuirán muchos problemas de comportamiento. Con frecuencia, cambia las actividades cuando veas que el interés decae.