Anatomía de la dentadura del perro
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“Estar informado sobre lo que tu perro necesita en cuanto a salubridad e higiene bucal contribuirá a la salud y bienestar general de tu mascota”, dice el Dr. Frank Verstraete, de la Escuela Médica Veterinaria de la Universidad de California, en Davis. Dado que la enfermedad periodontal suele influir enormemente en la calidad de vida del animal, conocer la anatomía y la estructura de sus dientes antes de que se desarrolle cualquier enfermedad, te aportará los conocimientos necesarios para proporcionarle a tu perro una atención rápida y un buen cuidado veterinario.
Componentes anatómicos
El esmalte, un material cristalino y en gran parte inorgánico, cubre el exterior de la superficie de la corona (la parte que asoma por encima de la línea de las encías) de los dientes de tu perro. Es la sustancia más dura del cuerpo canino según afirma el Dr. Norman Johnston en "Anatomía bucal y gráficos”, protege la estructura del diente formada por la dentina, un material acelular que se extiende desde la superficie exterior hasta la pulpa del diente.
En la pulpa de los dientes del perro, contenida dentro de los conductos radiculares y las cámaras pulpares, hay vasos sanguíneos, nervios, colágeno, tejido conectivo y tejido linfático (todas ellas sustancias vivas). El cemento, similar al hueso, cubre las raíces del diente y se inserta en el ligamento periodontal que sostiene al diente en su lugar dentro del hueso alveolar, una parte densamente vascularizada de la mandíbula del animal.
Tejidos anexos
Alrededor del tejido gingival (encía) se forman unas bolsas de alimento para los dientes incrustados, aportando células sanguíneas, epiteliales y colágeno a los dientes de tu perro para mantenerlos sanos y llenos de vida. Los tejidos gingivales se adhieren a las paredes del diente para que resistan cuando arrancan o desgarraran los alimentos. Hay un espacio llamado surco gingival que encierra el diente protegiendo las raíces. La encía libre es una banda de tejido, visible a simple vista, que envuelve la corona del diente. La parte inferior del surco contiene células que unen la raíz del diente a los tejidos gingivales circundantes. En este surco también se produce lo que los veterinarios llaman "fluido crevicular", un exudado que contiene ciertas sustancias que luchan contra bacterias y otros microorganismos.
Tipos y funciones
Los perros tienen cuatro tipos de dientes: incisivos, caninos, premolares y molares. Los incisivos, que se utilizan para cortar, tomar objetos y para el aseo personal, se encuentran en la parte central y frontal de la boca, en el maxilar superior y en el inferior. Los caninos, dientes grandes y puntiaguados, situados justo detrás de los incisivos, agarran y desgarran la presa ejerciendo una "gran presión", dice el Dr. Jan Bellows de la clínica dental All Pets. Los premolares, dientes anchos y en punta que se encuentran tras los caninos, sujetan y transportan objetos, y rompen los alimentos en trozos más pequeños al masticar. Los molares, grandes y planos, asoman en la parte posterior de la boca y se utilizan para moler. Normalmente, un perro adulto tiene cuatro de éstos en el maxilar superior y seis en la mandíbula o maxilar inferior.
Dentición
Los dientes le comienzan a aparecer entre las tres y las ocho semanas de edad, haciéndose visibles los 28 temporales en la novena semana. Entre la cuarta y la sexta semana, aparecen doce incisivos; entre la quinta y la sexta, los cuatro caninos; y en la octava semana, el cachorro debería tener ya los 12 premolares.
Los dientes permanentes comenzarán a reemplazar a los temporales entre el tercer y el quinto mes después del nacimiento, siendo los incisivos normalmente los primeros en aparecer. Los caninos saldrán a continuación, a los cuatro o seis meses de edad. Los 16 premolares permanentes aparecerán cuando el cachorro tenga cuatro o cinco meses. Del quinto al séptimo mes, los 10 molares deberían ser ya visibles, sumando un total de 42 dientes permanentes, según PetEducation.com.
Morfología
Los perros, como los humanos, tienen lo que los veterinarios llaman dientes "braquidontes" o de corona baja. Esta forma y estructura dental común en otros carnívoros, como gatos y cerdos, se caracteriza por una corona que se muestra por encima de la línea de la encías, un cuello más pequeño situado en ésta y una raíz profunda ligada a la mandíbula. Lo que los hace diferentes a los hipsodontes, o dientes de corona alta de caballos y otros herbívoros, es que los primeros salen en un momento dado y dejan de crecer una vez que el animal ha madurado, según afirma Melissa Rouge, de la Universidad Estatal de Colorado.