Ayudar a una perra con las contracciones durante un embarazo

Las contracciones de una perra embarazada pueden continuar durante varias horas.

mother dog with puppy image by Phaedra Wilkinson from Fotolia.com

Cuando una perra está embarazada, requiere cuidado adicional en cuanto a la nutrición, el ejercicio y la salud en general. A medida que se aproxima el momento del parto, proporciona una caja adecuada de parto repleta de periódico u otro material absorbente que pueda cambiarse fácilmente. Introduce a tu perra por adelantado, para que esté familiarizada con ella. Cuando entre en las contracciones al final de unos 63 días, también debes ofrecer apoyo moral y ayuda física según sea necesario.

Permanece cerca

Cuando se acerca la hora de nacimiento, la perra embarazada puede estar inquieta, cavar, jadear o tener escalofríos. Este comportamiento es normal durante la primera etapa y puede durar hasta 12 horas. Si ves este comportamiento, haz arreglos para quedarte en casa y cerca del animal para ayudarle con el nacimiento de los cachorros, si es necesario. Llévala a la caja de parto, que debe estar ubicada en un lugar alejado del tráfico familiar y de las actividades ruidosas.

Ofrecer consuelo y elogio

Las contracciones continuarán y el animal puede llegar a sentirse ansioso. La segunda etapa, o el duro parto que lleva al nacimiento, continúa hasta que es expulsado el primer cachorro. Tu presencia puede tener un efecto calmante, permitiendo que los músculos de tu perra se relajen y las contracciones progresen normalmente. Habla de manera calmada y tranquilízala, acaríciale suavemente. Mantén el ambiente en la casa tranquilo y relajado. Cuando aumenten las contracciones, podría jadear más pesadamente y roncar. Anímale alabándole en una voz tranquila.

Proporcionar agua

Durante el periodo de alumbramiento, la perra puede requerir agua. Lleva un recipiente al área de parto y sujétalo para que beba. Podría estar demasiado preocupada, pero anímala a tomar algo de agua para evitar que se deshidrate debido al continuo jadeo.

Intervenir sólo cuando la perra no pueda

La tercera etapa del parto es la expulsión de la placenta después del nacimiento de cada cachorro. A veces la placenta será retenida y expulsada con el otro después de que llegue un segundo cachorro. Cuando la perra da a luz a los cachorros, abrirá el saco delgado que los cubre y masticará los cordones umbilicales para romperlos. Si no lo hace, rompe el saco y ábrelo para permitir que el cachorro respire. Mantén un par de pequeñas tijeras esterilizadas a mano para cortar el cordón umbilical alrededor de 1/2 pulgada (1,27 centímetros) de la base. La madre lame el cachorro para animarle a respirar. Si no lo hace, extrae suavemente el líquido de sus fosas nasales con una jeringa de bulbo pequeño. Si aún se retrasa la respiración, frota suavemente la parte posterior de la cabeza del cachorro para estimular la respiración. La madre puede tomar la mitad de un respiro durante el nacimiento de la camada. Permítele descansar tranquila mientras la asistes para mantener a los cachorros cálidos y seguros en la caja de parto.

Consultar con el veterinario si aparecen problemas

Tu veterinario debe examinar a la perra antes del nacimiento y estar listo para asistirle si se desarrollan problemas. Conforme avance el parto, los fluidos vaginales pueden ser oscuros o verdosos. Si observas sangre o pus, llama a tu veterinario para obtener asesoramiento sobre la atención médica posible. Si las contracciones continúan durante más de una hora sin parir un cachorro o no sale otro cachorro, aunque se sabe que hay más, llama al veterinario inmediatamente. Las razas con grandes cabezas, como los Pugs, pueden requerir una cesárea para tener un parto seguro de los cachorros, por lo que la planificación es esencial.

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