Step 1

Fíjate en su comportamiento. Los hombres enamorados son más fáciles de leer que las mujeres porque no se pasan horas analizando sus relaciones con sus amigos. Un enamorado, por fuerza de hábito, hace cosas para mostrar que le importas: ir al parque para hacerte un ramo de flores silvestres, tatuarse tu nombre, comprarte tu helado favorito (puntos extra si te lo trae sin habérselo pedido) y pasar tiempo con tu familia.

Step 2

Presta atención a su lenguaje corporal y expresiones faciales. Si está encorvado y frunce el ceño, parece aburrido, mira el móvil constantemente o no deja de hacer ademanes de impaciencia entonces asume que no está enamorado. No necesitas a nadie que te lo diga.

Alguien que está enamorado debería estar pendiente de ti, mirar fijamente a tus ojos (a no ser que sea tímido, en cuyo caso probablemente evite el contacto visual, pero estará pendiente de ti igualmente), acariciarte el brazo, el hombro o el pelo y sonreírte cuando tú le sonrías. Un hombre enamorado siente tu ritmo y lo refleja.

Step 3

Tantea el terreno. Siempre es mejor dejar que te diga él primero que te quiere, pero puedes determinar cómo está de interesado con comentarios que tengan que ver con el interés que tiene en el futuro. Si no consigues que se comprometa a asistir a una fiesta dentro de un mes, es un mal signo. Pero si te está preguntando ya si te gusta esquiar, y os conocisteis a finales de primavera... ¡no lo dejes ir!

Step 4

Siente sus caricias. Un hombre enamorado le toca la cara a la mujer, le acaricia la barbilla y le aparta el pelo de los ojos. Un hombre que simplemente quiere un revolcón no se da a este tipo de gestos tiernos, especialmente fuera del dormitorio. Si se te da la mano o, cuanto menos, te toca la punta del dedo en público, es que te quiere.

Step 5

Escucha a tu corazón. Si te quiere, lo sabrás. Lo más difícil que hemos de hacer en esta vida es superar que alguien no nos quiera. Todos queremos que nos quieran con tanto fervor que a veces proyectamos sentimientos y comportamientos en personas que no se merecen nuestra adoración. Si estás sufriendo (llamando a tus amigos para que te proporcionen información, dándolo vueltas a cada comentario que hace o llorando por la noche en la cama) es que no te quiere.