Evitar que tus estudiantes hablen fuera de turno en clase es una parte importante de tu trabajo como administrador del aula. Puede ser muy frustrante tener constantes comentarios inapropiados de estudiantes que parecen sólo querer interrumpir el flujo de tu plan de clase. A los estudiantes más jóvenes se les debe enseñar habilidades de escucha y normas básicas del aula para ayudar a inculcar un comportamiento adecuado en el aula. Los estudiantes mayores probablemente lo saben mejor. Hay otros métodos que probablemente les harán volver al buen camino. Si este comportamiento continúa, puede ser perjudicial para su aprendizaje y perjudicar el aprendizaje de sus compañeros de clase.

Obtener su atención

Dile a tus estudiantes, "si me pueden escuchar, palmeen una vez; si me pueden escuchar, palmeen dos veces". Continúa hasta que la clase se quede en silencio y preparada para establecerse en la lección.

Idea un patrón de palmas distintivo. Enseña a tus estudiantes en el primer día de escuela. Cuando quieres que se queden en silencio, comienza a palmear el patrón. Deberían quedarse en silencio y palmear el patrón en respuesta a ti. Repite cuanto sea necesario.

Enseña a sus estudiantes a "dar los cinco" al comienzo del año escolar. Cuando mantienes una de tus manos como una señal de alto, tus cinco dedos señalan a: dejar de hablar, sentarse en la silla, poner los pies en el suelo, las manos sobre el escritorio y los ojos en el maestro.

Momento del maestro/momento del estudiante

Permite a tus alumnos hablar entre sí mientras están trabajando en un proyecto o haciendo el trabajo de clase. Enseña a tus estudiantes que este es su tiempo y es apropiado hablar durante este tiempo. Hazles saber lo que pueden hacer durante este tiempo; sacar punta a sus lápices, usar el baño o tomar un trago de agua.

Enseña a tus estudiantes lo que esperas que hagan mientras estás dando instrucciones o presentando una lección. Hazles saber que es apropiado tomar notas durante este tiempo pero lo única otra cosa que deberían estar haciendo es mirarte. No hablar con sus compañeros de clase, salir de sus asientos o mirar a sus mochilas o escritorios. Este es tu tiempo y puedes enseñar a tus alumnos a respetar eso.

Si los estudiantes siguen hablando, deja de hablar. Bajo ninguna circunstancia sigas con tu lección hasta que estén todos en silencio. Hazles saber que te sentarás en silencio hasta que todos dejen de hablar. Dispón de las consecuencias apropiadas según sea necesario. Con el tiempo, siempre y cuando seas consistente, la mayoría de los estudiantes no sentirán la necesidad de probarte más.

Deja que tus estudiantes sepan cuando estás a punto de hacer una pregunta. Diles que quisieras que pensaran sobre ello durante al menos un minuto y luego levanten la mano en silencio cuando tengan una respuesta. Esto ayudará a evitar que griten y da tiempo a que los estudiantes que puedan ser más lentos para responder tengan la oportunidad de participar.