Cómo lograr que los niños pequeños obedezcan

Siendo un ejemplo de respeto para tu hijo podrás enseñarle a obedecer.

George Doyle/Stockbyte/Getty Images

Deja de pensar que tu hijo nunca te prestará atención la primera vez que le pides que haga algo. En lugar de ello, enfócate en inculcarle el respeto por la obediencia de manera positiva en su mente. Tal vez la próxima oportunidad en que le pidas que levante sus juguetes del suelo lo tengas que hacer sólo una vez.

Debes comprender que a veces tus hijos no ven la importancia en lo que tú quieres que hagan, sugiere la psicóloga Laura Markham, escritora del sitio web Aha Parenting. Tu pequeño hijo puede no entender por qué crees que la cena es más importante que su misión de construir la torre más alta de Lego, y a raíz de ello puede ser que te ignore reiteradas veces cuando le digas que deje de jugar y se lave las manos para comer. Para resolver este problema, acepta sus sentimientos al mismo tiempo en que expresas la importancia de los tuyos. Dile que crees que su torre es increíble y no puedes esperar a ver cuán alta la puede hacer, pero que sólo tiene cinco minutos hasta antes de la cena y luego el proceso de construcción deberá esperar hasta que recargue el combustible comiendo.

David W. Kidder, psicólogo de orientación de Luisiana y escritor de DrKidder.com, recomienda que le enseñes a tu hijo a obedecer dándole órdenes de forma amable. Lo más probable es que tu hijo aprenda a obedecer si lo tratas con buenos modales. Por ejemplo, es más probable que tu hijo recoja tus juguetes si le dices: "Por favor, recoge tus juguetes antes de la cena", y lo premies con un gracias, que si le dices: "¡Recoge los juguetes ahora!". Ser un ejemplo de respeto para tu hijo le enseñará a hacer lo mismo.

Markham recomienda que los pedidos sean personales. Por ejemplo, en vez de gritarle desde la cocina que limpie su habitación, tómate el tiempo de ir hasta su habitación, tocarle el brazo con tu mano o rodearlo con tu brazo cuando le pidas que limpie. Haz contacto visual cuando le pidas que limpie la habitación. Esto le ayudará a entender que se lo pides en serio.

Markham recomienda que le des una advertencia a tu hijo. Por ejemplo, si le pides que vaya al baño a bañarse, dile que si tienes que pedírselo otra vez no le leerás un cuento antes de ir a dormir. Si se lo debes pedir otra vez no le leas un cuento antes de ir a dormir. Al darle una advertencia, tu hijo tendrá el poder de tomar una decisión. Cumplir con lo que dices en cada oportunidad te dará el poder de enseñarle que hablas en serio, y así es más probable que obedezca.

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