La bondad es una cualidad que todo el mundo debe tratar de tener y enseñarle a tus hijos adolescentes cómo mostrar bondad hacia el mundo es un buen punto de partida. Cuando tu hijo tiene un buen corazón y muestra bondad hacia los demás, se puede beneficiar de varias maneras, tales como la formación del carácter, ganándose el respeto y la construcción de su autoestima. Según el escritor, editor y comentarista del New York Times David Brooks en el artículo "Nice Guys Finish First", las personas más exitosas suelen ser las que muestran misericordia.

Modela bondad para tu hijo, aconseja el Dr. James Wellborn, psicólogo clínico con sede en Tennessee. Cuando tu ejemplo le enseña a tu hijo que la bondad siempre es apropiada, le estás enseñando a comportarse de la misma manera. Cuando eres amable con los extraños, dando a los necesitados y listo para saludar a la gente con una sonrisa sin importar el estado de ánimo en que te encuentres, le muestras a tu hijo cómo actuar hacia los demás.

Empieza una tradición familiar de ser amable, informa Marilyn Price-Mitchell, Ph.D. y psicóloga del desarrollo. Esto te ayudará a enseñar a tus hijos adolescentes cómo mostrar bondad en todo momento. Instaura una tradición familiar de pasar un día de cada mes haciendo cosas buenas para los extraños, tales como ayudar a los necesitados, visitar a los ancianos sin familia o donar tiempo para beneficiar a otros. De acuerdo con un estudio llamado "Kindness Counts", realizado por la University of British Columbia y la University of California Riverside, los niños y los adolescentes que muestran bondad son más felices y están más satisfechos que aquellos que no lo hacen.

Alaba a tus hijos adolescentes por comportarse con amabilidad, informa Wellborn. Díle a tu hijo que estás orgulloso de él por ayudar a otros niños en su clase de estudio para una gran prueba, ya que es un acto de bondad compasiva. Haz un hábito de señalar los actos amables, generosos y compasivos que exhibe tu adolescente y reconoce las lecciones de bondad y compasión de la vida real. Si estás viendo una película en la que el protagonista decide pasar unos días a la semana como voluntario para enseñar a pintar a los pacientes en un asilo de ancianos, señala lo generoso que es ese acto y cómo sabes que él podría hacer algo así si quisiese.