Cómo proteger los ríos de la contaminación

Los contaminantes de la agricultura, de la industria y del turismo amenazan nuestros ríos.

boats and trees image by Andrei Kazarov from Fotolia.com

Los ríos y sus alrededores constituyen algunos de los hábitats naturales más hermosos, pero también son de los más amenazados.

Tanto si disfrutas del rafting bajando por un río de montaña limpio y salvaje, como si vas plácidamente a la deriva por un río más lento y tranquilo, estos parajes fluviales siempre nos ofrecen preciosos lugares donde disfrutar de la naturaleza. Lamentablemente, los ríos deben hacer frente a los contaminantes que provienen de la agricultura, de la industria e, incluso, del turismo. Es importante protegerlos de la contaminación para poder salvarlos tanto de nosotros mismos como de las generaciones venideras.

En la comunidad

Visita un río cercano. No podrás empezar a luchar contra la contaminación si no has visto el problema por ti mismo. Pasa algún tiempo en él hasta llegar a ser consciente de su belleza y de la diversidad biológica que sustenta.

Fórmate. Sólo podrás empezar a protegerlos cuando sepas cuáles son sus problemas. Ponte en contacto con grupos ecologistas para recibir información sobre los ríos de tu localidad.

Únete a algún colectivo ecologista. Los esfuerzos en grupo suelen ser más efectivos que los individuales. Trabajar codo con codo con personas comprometidas con la protección de los ríos facilitará que tu voz sea escuchada por los legisladores y por los ciudadanos.

Haz analizar las aguas. Toma una muestra para que la analicen en tu unidad de salud pública. Necesitarás pruebas sobre la contaminación de los ríos para conseguir tanto el apoyo de los funcionarios públicos como el de particulares.

Exprésate. Aprovecha cualquier oportunidad para hablar sobre la contaminación del río en las comisiones territoriales y en las reuniones estatales. Serán ocasiones perfectas para instruir a los demás sobre la necesidad de protegerlo.

Practica lo que predicas. Organiza o presta tu ayuda a los esfuerzos por limpiar el río. Con el fin de conseguir un entorno más sano y limpio, los voluntarios podrían recoger la basura de las orillas.

En casa

Compra detergentes y fertilizantes sin fosfatos. El fósforo que hay en esos productos es uno de los principales contaminantes de los ríos a nivel nacional.

Compra productos de limpieza que no contengan nonilfenol etoxilado (NFE). Cuando estos productos químicos contaminan los ríos locales, alteran el sistema endocrino de los peces que viven en ellos, y pueden llegar causar deformidades y malformaciones congénitas.

Lleva esos productos químicos que hace tiempo tienes en casa y que ya no utilizas a los centros de recogida de residuos peligrosos. Verterlos por el desagüe equivale a introducirlos en las cuencas y vías fluviales. Si deseas proteger tu río, deséchalos de forma segura.

Ahorra agua. Reducirás la contaminación de los ríos de tu zona si limitas el volumen que se vierte desde tu casa al centro de tratamiento de aguas residuales.

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