Adicciones

Las mujeres que sobrevivieron a una situación de abuso sexual son mucho más propensas a experimentar el abuso de sustancias, como drogas y alcohol, a diferencia de las mujeres que no fueron víctimas de abuso. En el caso de los adolescentes que padecieron abuso sexual, las drogas y el alcohol les permiten bloquean temporalmente los recuerdos dolorosos y olvidar el incidente, aunque sólo sea por un rato.

Salud mental

Los trastornos mentales también son más frecuentes en las personas que sufrieron de abuso sexual. Las víctimas mujeres jóvenes tienen el doble de probabilidades de experimentar depresión o intento de suicidio a diferencia de niñas que no fueron abusadas. Si bien los sentimientos de tristeza son comunes a todas las personas de vez en cuando, la tristeza prolongada, los cambios en los patrones de sueño, la pérdida de interés en actividades favoritas y los sentimientos de falta de valor son indicios de depresión. Trabajar con un profesional de la salud mental puede aliviar estos trastornos.

Crimen

Las víctimas de abuso sexual son más propensas a participar en delitos violentos en el futuro, directa o indirectamente. Los adultos que fueron abusados durante la infancia o adolescencia tienen el doble de probabilidades de ser arrestados por un delito violento y más del doble de probabilidades por delitos contra la propiedad. En ocasiones, las víctimas de abuso sexual se sumergen en un círculo vicioso y abusan de otras personas.

Trastornos alimenticios

Los trastornos alimenticios, como bulimia y anorexia, también son más frecuentes en mujeres que fueron agredidas sexualmente durante la adolescencia. De hecho, quienes sufrieron el abuso aproximadamente a los 20 años de edad son cuatro veces más propensas a sufrir un trastorno alimenticio. Algunos profesionales de la salud creen que estas mujeres utilizan los alimentos para aliviar el dolor y reprimir los recuerdos, mientras que otros creen que de esta forma tratan de lucir menos atractivas para no volver a sufrir de otro abuso.

Trastornos sexuales

Los trastornos sexuales que experimentan las víctimas de abuso sexual pueden abarcar desde prostitución y promiscuidad hasta rehuir o temer al sexo. Los excesos sexuales pueden deberse a la forma que encuentran las víctimas para reprimir sus recuerdos o permitir recrear situaciones similares en las que tienen más control sobre el resultado. Algunas mujeres confunden al sexo con el amor y se vuelven promiscuas, ya que creen que si un hombre tiene relaciones sexuales con ellas, también las va a amar.