Autoestima

Los niños de los cuales se burlan constantemente podrían eventualmente sufrir de baja autoestima. Los insultos pueden llevar a un chico a pensar que es realmente "estupido" o "feo". En lugar de ignorar los insultos, ellos los aceptan y creen realmente que son inadecuados comparados con los demás. Como resultado, los niños que se creen estúpidos, eventualmente dejan de intentar tener éxito, razonando que están perdiendo el tiempo aprendiendo nuevas cosas. Los niños que creen que no son guapos o hermosos harán lo que puedan para ocultar su apariencia de otros. Esto efectivamente hace estancar sus niveles de confianza también.

Suicidio

De acuerdo con el Instituto Nacional para la Salud Mental, 8 de cada 100.000 adolescentes se suicidaron en el año 2000. Los insultos pueden dañar a los niños hasta el punto que ellos ven el matarse como la única escapatoria del dolor. Los chicos homosexuales son especialmente propensos al suicidio por los ataques contra su orientación. Combinado esto con una sociedad que tiende a vilipendiar el estilo de vida gay como "malo", estos niños tienen una probabilidad más grande de suicidarse, al creer que nadie puede entender o simpatizar con ellos.

Presión de los pares

Los niños insultados por sostener ciertas creencias, actitudes o valores pueden ceder ante la presión de sus pares para encajar. Por ejemplo, aquellos que se burlan de una adolescente porque nunca ha probado la marihuana podría obligarla a hacerlo. Ella podría sentirse dejada de lado porque piensa que los chicos populares fuman marihuana y quiere ser como ellos. Entonces, si prueba la droga, puede acarrear consecuencias sociales y de salud como ser arrestada por posesión o aumentar las probabilidades de cáncer de garganta.

Cambios de personalidad

Los insultos pueden causar cambios notables en los niños, como llegar a casa llorando o inventar excusas para no ir a la escuela. También pueden perder interés en el estudio, o estar demasiado preocupados por ser acosados para finalizar sus tareas escolares. Esto resulta en calificaciones bajas. En conjunto, los niños se aíslan más y se preocupan al ir a algún lugar cerca de personas que los han insultado.