El consenso vs la teoría del conflicto
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En términos del entendimiento de la conducta humana y sus obstáculos, nada puede estar más opuesto al consenso que la teoría del conflicto. La teoría del consenso hace hincapié en lo que los grupos sociales tienen en común, mientras que la del conflicto lo hace en el hecho de que los diferentes grupos tienen una amplia variedad de accesos al poder y a la riqueza. De hecho, su énfasis está en las formas de acciones humanas completamente opuestas, haciendo de ellas el centro de la sociedad humana.
Historia
La mayoría de las historias sociales se han basado históricamente en las nociones del consenso. No fue hasta el siglo XVIII, de tradición revolucionaria, que la idea esencial del conflicto se ubicó en el medio del escenario. Escritores como Platón y Rousseau han recalcado los medios para evitar el conflicto creando los ingredientes para el consenso. Fue solamente cuando las teorías marxistas, anarquistas y raciales comenzaron a desarrollarse a mitades del siglo XIX que las nociones de conflicto reemplazaron a las del consenso en la teoría social. De acuerdo a esas ideas radicales, el consenso era imposible a menos que las diferencias en el poder y la riqueza fueran eliminadas.
Características
El consenso gira alrededor de la cultura. La cultura, en su definición más acotada, son las normas por las cuales la mayoría de la sociedad ha decidido que puede operar de manera útil. Los defensores de la cultura mantienen que las normas culturales existen porque han sobrevivido a la prueba del tiempo y se han probado a sí mismas en la arena de la historia. La teoría del conflicto ataca este enfoque manteniendo que la cultura en sí misma es la creación de unos pocos privilegiados.
Definiciones
La teoría del consenso busca determinar que toda la gente tiene algo en común. La plebe se convierte en el centro de la persona pública de la sociedad. El enfoque del consenso señala el hecho de que su realidad, de esta sola persona pública, debe ser anterior a la articulación del mismo. En otras palabras, es tanto una realidad social como un medio de entender la realidad. La teoría del conflicto, por otro lado, busca determinar quién, por qué y cómo ese poder ha impuesto aspectos específicos en la cultura de la sociedad. De acuerdo a esta teoría, la cultura es el medio por el que los poderosos, que son los que tienen un status de riqueza o social, imponen su deseo a la sociedad. En última instancia, la poderosa esperanza de hacer "cultura" parece como un consenso, mientras que en realidad es la creación de una élite.
Desafíos
Tanto la teoría del conflicto como la del consenso tienen dificultades sustanciales. La teoría del conflicto puede ser que parezca que no tiene una explicación de cómo el consenso ha sido impuesto en las sociedades y de por qué ha sido generalmente aceptado a veces por largos períodos. Por otro lado, los escritores del consenso pueden ser acusados de olvidar cómo la gente en cierta cultura está dividida y tiene acceso desigual a los niveles del poder. Los poderosos tienen acceso a la educación, al prestigio social y a la riqueza, lo que les da ventajas tremendas para asegurarse de que sus voces se escuchen sobre la de los demás.
Significados
En última instancia, ambas teorías, la del consenso y la del conflicto, existen para llegar a un consenso. El problema es de qué clase y bajo qué condiciones. El teórico del conflicto, típicamente identificado con alguna clase de socialismo, cree en el consenso, mientras que la mayoría de la gente sea igual. Pero, es también claro que sólo una revolución y un partido revolucionario pueden hacer que esto suceda. Los teóricos del consenso mantienen que la historia no puede ser destruída tan fácilmente y que las varias identidades de la gente derivan del consenso tradicional que ha existido por largo tiempo. La revolución no puede cambiar eso.
Referencias
Sobre el autor
Walter Johnson has more than 20 years experience as a professional writer. After serving in the United Stated Marine Corps for several years, he received his doctorate in history from the University of Nebraska. Focused on economic topics, Johnson reads Russian and has published in journals such as “The Salisbury Review,” "The Constantian" and “The Social Justice Review."
Créditos fotográficos
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