Obedecer

Un buen hijo debe obedecer a su madre haciendo lo que ella le pide, sin quejarse ni ser impertinente. Esto puede variar desde terminar la tarea hasta completar los quehaceres asignados, como sacar la basura, ayudar a limpiar después de la cena, o lavar su propia ropa. Al obedecerla , un hijo demuestra a su madre que la respeta. Al ayudar en la casa, también manifiesta que aprecia el techo que se le ha puesto por encima de su cabeza.

Amor

Un buen hijo ama a su madre y aprecia las cosas que ella hace por él. Un hijo puede demostrar su amor a través del afecto, ya sea con abrazos o haciendo cosas buenas por ella , tales como limpiar las cosas antes de que ella se lo pida. También puede demostrar su amor saliendo con ella. Madre e hijo pueden ir a ver una película juntos, salir a comer, o hacer una excursión; algo que les permita disfrutar de la compañía y hacer crecer el vínculo.

Honrar

Un hijo siempre debe hablar con respeto a su madre, y también cuando habla de ella a otras personas. Si alguien de la comunidad dijera algo malo acerca de ella, él deberá defenderla y también prevenirla de que hay gente que está diciendo cosas negativas sobre ella. Del mismo modo, un hijo debe beneficiarse de la buena reputación de su progenitora en la comunidad. Si un vecino elogia a su madre, él podría comentarle esto a su mamá, haciéndole saber que la gente está diciendo cosas agradables sobre ella.

Contacto

Aunque crezca y se mude de la casa, un buen hijo debe permanecer en contacto con su madre. Debe llamarla cada semana, o cada vez que lo dicte su corazón. Tendrá que organizarse para verla siempre que sea posible. Aún después de que formar su propio hogar, el hijo debe llevar a su familia a visitar a su madre en las vacaciones, o con mayor frecuencia, si la distancia lo permite. Este contacto continuo puede garantizar a una madre que su hijo la ama y la valora.