Niños que odian a sus hermanos

Los hermanos no siempre se llevan bien, pero los padres sólo deben intervenir cuando el problema se intensifica.

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Caín y Abel, las hermanastras malvadas de Cenicienta y Linus y Lucy nos han enseñado que los hermanos no siempre se aman y se tratan con amabilidad y respeto. La rivalidad entre hermanos ha existido desde el mismo tiempo que existen las familias. Mientras la rivalidad entre hermanos es común, la actitud de los padres y el manejo de este conflicto es lo que ayuda a su resolución.

Causas

La rivalidad entre hermanos es común ya que los niños de diferentes edades, personalidades o sexos tienen que compartir la atención y el amor de sus padres, de acuerdo con el Instituto de Desarrollo Infantil. Un niño mayor puede ser celoso de la libertad y la falta de responsabilidad del niño más pequeño, mientras que un niño pequeño puede sentirse como si estuviera creciendo a la sombra de un hermano mayor. Una hija podría estar celosa del hijo que llega a acompañar a su padre en los juegos de baloncesto, mientras que el hijo podría estar celoso de la unión que proviene de los viajes durante las compras de madre e hija.

Evitar conflicto

La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda a los padres no hacer comparaciones entre los niños ya que pueden complicar aún más las rivalidades. Cuando tu hijo llega a ti con ira o resentimiento hacia su hermano, no reprimas sus sentimientos, reconócelos y hónralo por ser abierto. La AAP también sugiere que los padres se abstengan de involucrarse en todos los argumentos y que permitan a sus hijos resolver sus diferencias cuando sea posible. Trata de no castigar a un niño delante de sus hermanos, hazlo en un lugar privado para que no se sienta avergonzado delante de sus hermanos.

Cuándo intervenir

Cuando la rivalidad entre hermanos se vuelve física o verbalmente abusiva o el número de incidentes se va de las manos, ahí sí interfiere. Tómate el tiempo necesario para hablar con tus hijos acerca de lo que está pasando y haz sugerencias útiles sobre cómo resolver el conflicto sin recurrir a actos físicos, como ignorar las burlas o ir a un adulto inmediatamente. Discute un sistema de consecuencias y recompensas; gritar y pelear gana una pérdida de privilegios, mientras que tratar a los demás amablemente gana una hora de acostarse más tarde o al mismo tiempo que mamá o papá.

Promueve la paz

Enseña a tus hijos a ser amigos antes de enemigos, según AskDrSears.com. Anima a tu hijo mayor a ayudar al más joven y enséñale la responsabilidad de hacerlo, asignándole tareas como hacerle llegar pañales o ayudar a darle un baño. Para ocasiones especiales como cumpleaños y días festivos, lleva a cada niño de compras y ayúdale a elegir un regalo para sus hermanos. Enseña a tus hijos la empatía. Ayúdalos a pensar en cómo se sentirían si fueran tratados de una determinada manera.

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