Step 1

Evalúa la salud de tu cabello. Las permanentes son muy dañinas y secan tu cabello, por lo que no es prudente realizar una permanente en un cabello que no esté saludable. Si tu cabello es frágil, tiene las puntas abiertas o si ha sido tratado con tratamientos químicos frecuentemente, una permanente no es una buena opción. No sólo no va a aceptar el tratamiento sino que también puede causar el quiebre de tu cabello.

Step 2

Examina tu cabello para determinar qué tipo de solución permanente debes utilizar. Si tienes un cabello largo y grueso que no se dobla fácilmente, debes optar por una solución con base alcalina. Si tu cabello es fino, frágil o teñido, una base ácida débil es más apropiada. Si no estás seguro de qué tipo de permanente funcionaría mejor, considera el uso de una solución exotérmica, ya que funciona bien en todo tipo de cabello.

Step 3

Familiarízate con los tipos de ondulaciones permanentes disponibles. La permanente de volumen, añade volumen y da cuerpo a todo tu cabello. La de raíz se aplica sólo a las raíces para darles un estímulo extra y cuerpo. La ondulada agrega ondas suaves y naturales que no se ven muy rizadas. La permanente mixta, que es el más tradicional, produce rizos que pueden ser sueltos o apretados. La espiral da como resultado rizos apretados en espiral, que se curvan hacia abajo verticalmente.

Step 4

Decide qué es lo que quieres obtener de tu permanente. Si tu cabello es naturalmente lacio y sin vida, una permanente de volumen o de raíz puede aumentar el volumen sin agregar rizos extra. Si prefieres un rizo natural, despeinado, la ondulada es tu mejor opción. Si quieres un montón de rizos, opta por la permanente espiral o mixta.

Step 5

Considera la forma de tu cara. La permanente de volumen funciona bien en personas con una cara cuadrada. La de raíz es una excelente opción para aquellos con cara en forma de corazón. La ondulada y la mixta quedan bien en casi cualquier forma de rostro. Las permanentes en espiral se ven mejor en las caras ovaladas.