¿Cuál es la defensa del oso polar?

Un oso polar pesa entre 900 libras (400 kilogramos) y 1600 libras (725 kilogramos) y generalmente crece hasta 6 pies (1.80 metos) de altura.

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Un oso polar tiene que defenderse de dos aspectos fundamentales de la naturaleza: el hambre y el frío. Es el depredador terrestre más grande de su entorno, y rara vez tiene que usar sus patas con garras masivas en defensa. Las verdaderas amenazas para los osos polares se producen a expensas de su medio ambiente y el clima.

Pelaje

La gruesa piel blanca de un oso polar es, sin duda, su más destacada característica junto a su colosal tamaño. Su pelaje le permite fundirse con su entorno tan bien que sólo la nariz y los ojos se destacan. Como resultado, un oso polar es casi imperceptible para su presa, y en un entorno donde la presa es tan escasa, se necesita cada ventaja que pueda obtener. El pelaje de un oso polar le ayuda a defenderse del frío y es un activo crítico durante una cacería. Por otra parte, crece alrededor de sus patas para protegerlo del frío y le da un mejor agarre al caminar sobre el hielo.

Gruesa capa de grasa

Debajo del pelaje del oso polar, su piel es en realidad negra. La piel negra absorbe mejor los rayos de calor del sol cuando el cielo está claro. El calor se transfiere a las capas gruesas de grasa del oso polar, donde se almacena. Las capas de grasa son tan eficientes en el almacenamiento de calor que la piel y el pelaje de un oso polar son las mismas que las temperaturas exteriores, según el "Engineering News". Como resultado, el calor que el cuerpo de un oso polar genera se queda atrapado en el interior, lo que defiende más al oso contra las temperaturas extremas del Ártico.

Garras gigantes

Un oso polar tiene grandes patas delanteras que son ligeramente palmeadas. Estas grandes patas ayudan a un oso polar a distribuir mejor el peso sobre el hielo, lo que le impide agujerearlo. Un oso polar depende del hielo con el fin de encontrar comida. Nadar hace que gaste una gran cantidad de energía en comparación con caminar. A pesar de que estos osos son excelentes nadadores, sus patas enormes les permiten mantenerse en la superficie del hielo más tiempo, dándoles una mejor oportunidad de encontrar un alimento, permaneciendo calientes y ahorrando energía. Además, las patas están equipadas con garras amenazadoras que mejoran significativamente las probabilidades de matar a su presa. Los beneficios de estas enormes patas ligeramente palmeadas, son cruciales para la supervivencia de un oso polar y un mecanismo de defensa importante contra el medio ambiente del norte implacablemente severo.

Olor

El olfato es el sentido más agudo del oso polar. Es capaz de oler a la presa hasta un kilómetro de distancia y unos 3 pies (1 metro) por debajo de la nieve y el hielo, según SeaWorld. Sin esta capacidad, un oso polar, sin duda, moriría de hambre. Un oso polar encuentra su comida siguiendo a su nariz. Su entorno es muy amplio y la presa es muy escasa, por lo que un oso polar no puede permitirse el lujo de vagar sin rumbo. Para defenderse de una muerte segura por inanición, un oso polar depende de su altamente sofisticado sentido del olfato.

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