Step 1

Analiza la composición química del agua. Averigua si el pH y los niveles químicos son óptimos. Un nivel de pH entre 7.4 y 7.6, la dureza de calcio entre 200 y 250 ppm y la alcalinidad total entre 125 y 150 ppm, son recomendables para mantener alejadas las algas. Si los niveles de cloro están por debajo de 1 ppm, agrega cloro en pastillas para traerlos hasta entre 1 y 3 ppm.

Step 2

Afloja las algas adheridas a las paredes restregándolas con un cepillo duro. Además de quitar los depósitos de la superficie, también ayuda a que el cloro y el alguicida penetren profundamente y ejerzan su acción hasta el punto en donde ellas se originan.

Step 3

Escoge un tratamiento químico contra las algas dependiendo del color del brote. Agrega el alguicida directamente sobre las manchas y déjalo durante la noche para que las elimine. Friega las manchas a la mañana siguiente y pasa la aspiradora por la piscina. Limpia los filtros para sacar las esporas de algas que puedan estar alojadas allí e impedir que vuelvan a contaminar tu piscina.

Step 4

Revisa los niveles químicos y haz un tratamiento de choque con cloro. Usa las pastillas para lograr una concentración de cloro de 10 ppm.

Step 5

Contrata un servicio profesional de limpieza de piscinas si el problema persiste. La limpieza con frecuencia incluye vaciar el agua, realizar un enjuague con cloro y destruir las esporas de algas por medio del uso de cloro en aerosol sobre la superficie. En casos en los que esto ni siquiera funciona, la única manera de eliminarlas puede ser quitando y volviendo a aplicar el enyesado en las partes afectadas de la piscina.