Ejemplos de buen y mal liderazgo

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Se necesita de un buen liderazgo para hacer que un negocio prospere y crezca. La manera más eficiente para administrar a un equipo o personal es desarrollar a cada miembro del equipo a través del coaching y la comunicación abierta, colocando a cada persona en donde se utilicen sus fortalezas y enseñando a todos los miembros a trabajar juntos. El resultado es un trabajo de alta calidad en una cantidad de tiempo pequeña, lo cual es ideal para las ganancias. Es mejor emplear a un equipo pequeño de trabajadores fuertes y eficientes con un sueldo razonable que pagar por emplear a un equipo grande de trabajadores mal pagados y mal desarrollados, pero muchas compañías son forzadas a hacer lo último debido a un mal liderazgo.
Liderazgo a través del ejemplo
Un buen líder demuestra lo que se espera para que no haya dudas sobre si se puede hacer. Por ejemplo, en un trabajo de ventas, un buen líder permite periódicamente que su equipo lo vea vendiendo a un cliente real desde el principio hasta el fin y escucha preguntas una vez que finaliza la venta. En un ambiente de oficina, un buen líder demuestra cómo mantener la organización, equilibrio y una reputación perfecta.
Un mal liderazgo es lo opuesto. Un líder malo dirige al equipo hacia lo que deben hacer sin probar que él es capaz de realizar las mismas tareas. A menudo, el equipo se queda con preguntas y a veces con metas poco realistas. Los trabajadores comienzan a cuestionar con qué contribuye el líder y le tienen resentimiento. A menudo, el equipo reducirá la productividad a propósito en protesta contra el mal líder.
Coaching (entrenamiento)
Un buen líder entiende que el entrenamiento es continuo. La mayoría de las compañías tienen programas de entrenamiento pero para desarrollar al equipo más fuerte, todos deben esforzarse por seguir mejorando, aún después de que se completen los programas. Los líderes fuertes motivan a sus equipos a lograr metas encontrando maneras para lograr que las metas generales sean importantes para todos los que están involucrados.
Un mal liderazgo es evidente cuando un gerente considera que el programa de entrenamiento de la compañía es el final del desarrollo del personal. Los miembros individualistas de los equipos rápidamente pierden enfoque en su motivación personal y la ética de trabajo disminuye lentamente. Un mal líder simplemente presiona a los empelados para que mejoren, sin guiarlos y mostrarles como mejorar.
Comunicación
Los buenos líderes pueden ser contactados por el equipo. Son muy buenos en la comunicación y entregan instrucciones concisas y claras y una retroalimentación consistente y clara a su equipo. Los líderes fuertes están dispuestos a solucionar problemas y responder preguntas hasta que no quede ninguna duda.
El mal liderazgo causa preguntas y no ofrece respuestas. Las direcciones a veces no son claras y un mal líder por lo general no está disponible para resolver dudas. Esto lleva a que el trabajo se realice de manera incorrecta o no se realice, lo cual puede ser más caro. Un mal líder no quiere ver que los miembros de su equipo mejoren por miedo a perder su trabajo a los empleados que entrena.
Referencias
- Chicago Now: Young CEO asks Insightful Interview Questions (CEO jóven hace preguntas de entrevista interesantes)
- Business Week: Leadership Is Easy If No People Are Involved (El liderazgo es fácil si no hay personas involucradas)
- News Center: 3 Ways to Manage Clashing Leadership (3 maneras para lidiar con un liderazgo que choca)
Sobre el autor
PaTreshena Thompson has been writing since 2006. Her articles have been printed in Saige Woman magazine as well as Courage By 8 magazine. Thompson achieved a Master of business administration at the University of Houston and completed a Bachelor of Arts in journalism at Sam Houston State.
Créditos fotográficos
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