Step 1

Examina la parte inferior de tu sofá. Ten en cuenta si tiene patas y si las patas pueden ser desenroscadas. Ten en cuenta si el marco es amplio y lo suficientemente resistente como para atornillarle patas si no tiene, o si hay espacio para añadir bloques en las esquinas para proporcionar apoyo.

Step 2

Coloca secciones de postes de 4 x 4 (10 x 10 cm) de madera, ladrillos pavimentarios o bloques de hormigón en las esquinas de tu sofá, siempre y cuando no tengas bebés, niños pequeños o mascotas en el hogar. Fija los postes a la estructura de tu sofá usando tornillos para madera de 6 pulgadas (15 cm) de largo para evitar que se muevan y aplasten a un niño o una mascota. Gira los postes, los ladrillos o los bloques en diagonal en cada esquina para mayor apoyo.

Step 3

Utiliza elevadores para muebles si tu sofá ya tiene patas. Mide el diámetro de la pata para asegurarte de que va a encajar en el elevador.

Step 4

Sujeta los elevadores alrededor de cada pierna o sitúalos debajo de cada una, dependiendo de qué tipo de elevador encuentres disponible. Comprueba los elevadores cada vez que te sientes para asegurarte de que las patas del sofá están completamente insertados en la ranura para evitar que se deslice.

Step 5

Retira cualquier pata del sofá que pueda desenroscarse y sustitúyalas por otras más largas. Corta la parte inferior de patas para mesas con una escuadradora si no consigues patas de sofá disponibles en la longitud correcta.