Step 1

Seca la ducha. Tanto el moho como las algas requieren humedad, así que más allá del problema en cuestión, puedes detener su crecimiento al eliminar la humedad. Coloca uno o dos ventiladores de alta potencia en la ducha y enciéndelos si no tienes un ventilador de escape en el techo. De ser posible, abre las ventanas del baño.

Step 2

Prepara una solución con blanqueador oxigenado o con cloro. El blanqueador oxigenado es mejor ya que es natural y no corrosivo pero, en algunos casos, puede no ser lo suficientemente efectivo en aplicaciones difíciles. Si optas por el blanqueador oxigenado, añade el polvo al agua caliente según las indicaciones del envase o usa un rociador previamente diluido. Para aplicaciones más difíciles, vierte 1/2 taza de blanqueador con cloro dentro de 1 galón de agua (3,79 l).

Step 3

Aplica la solución de blanqueador oxigenado o con cloro con una esponja suave o un paño de fregar no abrasivo y frota el mármol de la ducha. El mármol se raya fácilmente, así que evita usar paños, esponjas o almohadillas puntiagudos o con propiedades abrasivas.

Step 4

Enjuaga la ducha con agua fría para eliminar el blanqueador de la superficie del mármol. Seca la ducha manualmente con unas toallas suaves para evitar que se formen depósitos de calcio y otros minerales.

Step 5

Seca la ducha luego de cada uso y abre la puerta y las ventanas del baño para airear la habitación. De ser posible, enciende el ventilador de escape durante unos minutos. Si secas profundamente el baño luego de cada uso, puedes prevenir la formación de moho y algas.