Step 1

Usa toallas de papel para aplicar una generosa cantidad de acondicionador o jabón tipo saddle para cuero en todas las partes de piel genuina del exterior de tus botas de trabajo.

Step 2

Retira el exceso y aplica más acondicionador, esta vez en toda la superficie de la bota con un cepillo para cuero. Si tus las botas con puntera de acero son de materiales sintéticos, puedes saltarte el proceso de acondicionamiento completo.

Step 3

Flexiona las botas varias veces con las manos siguiendo la forma en que se doblarán cuando camines. Al cabo de un par de minutos notarás que cada vez se sienten más suaves y flexibles. En el momento en que creas que es suficiente, puedes detenerte. Repite este proceso de "calentamiento" por lo menos cinco veces antes del primer uso.

Step 4

Ponte uno o dos pares de calcetines gruesos de algodón suave antes de deslizar tus pies dentro de las botas con puntera de acero. Las plantillas acolchadas son una opción adicional que proporcionan aislamiento adicional y que ayudan a que las botas ajusten mejor. Camina con las botas puestas durante 20 o 30 minutos antes de quitártelas.

Step 5

Déjate las botas un par de horas más con cada uso sucesivo hasta que te sientas cómodo con ellas como para llevarlas en un turno largo de trabajo.