En tercer grado, los estudiantes aprenden cómo leer información de libros de texto y cómo comprender lo que leyeron a través de estrategias de comprensión. Los capítulos de las novelas o libros de texto podrían parecer más complejos y tienen más géneros para leer, por lo que los estudiantes podrían sentirse sobrepasados. Sin embargo, puedes ayudar a los alumnos de tercer grado a comprender qué leen, además de aprender a leer información sobre matemática, ficción, no ficción y poesía. Esto puede ser logrado utilizando una variedad de estrategias activas de lectura.

Lectura de secciones

Puedes escoger un alumno a la vez para leer un párrafo en voz alta. Luego de que el alumno lea, puedes preguntarle por qué cree que el autor escribió la historia o explicar el propósito del párrafo. Dale tiempo al estudiante para que encuentre una razón y una explicación de lo que acaba de leer. Esto te ayudará a aprender más sobre tus estudiantes, y si cada uno comprende lo que se está leyendo.

Día de la maestra estudiante

Puedes permitir que tus estudiantes enseñen estrategias de comprensión a la clase o pedirle a una maestra de nivel inferior que le de permiso a tus estudiantes para que enseñen en las clases más jóvenes. Un par de ideas de estrategia de comprensión que puedan explicar los alumnos frente a la clase pueden ser: cómo hace un lector una conexión entre lo que lee y cómo lo relata en la vida diaria o en la ficción (películas), la visualización (creando imágenes en la mente) y la importancia de preguntarte a ti mismo preguntas mientras lees. Querrás que tus estudiantes se expandan en estas estrategias.

Club del libro

Si no existe un club del libro en tu escuela, deberías pedirle al preceptor que organice uno para los alumnos de tercer grado, donde cada estudiante puede discutir sus libros preferidos entre sus pares. Este será un momento en el que el estudiante puede discutir lo que piensa como idea principal en la historia, discutir los personajes y cómo se relaciona la historia con su vida.

Utilizando marcadores

Puedes hacer que cada estudiante codifique sus libros de textos con colores (si se lo permiten), o las novelas cuando llega a una palabra o información clave. Los estudiantes pueden utilizar diferentes resaltadores o marcadores para subrayar la información que podría ayudarles a recordar los conceptos y hacer más accesible volver a ellos.