Estrategias de enseñanza efectivas para alumnos con desordenes emocionales y de conducta

Ayuda a los alumnos a superar sus problemas emocionales para lograr el éxito académico.

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Muchos niños pelean para controlar sus comportamientos y emociones porque no han aprendido las habilidades necesarias para regular su estados de ánimo y poder pensar antes de actuar. Para los alumnos con desordenes de comportamiento o emociones, la tarea no sólo es difícil. Estos alumnos tienen condiciones médicas que pueden llevarlos al enojo, a reaccionar ante la mínima provocación y a pasar rápidamente de un estado de ánimo al otro. Aunque no hay manera de eliminar los problemas del aula que este tipo de comportamiento puede causar, los maestros pueden asistir a los alumnos y construir un mejor ambiente áulico haciendo algunos ajustes.

Reconoce el problema

Cuando comienzas a trabajar con el niño, sepáralo del resto y discute su discapacidad con él. Permítele que explique cómo lo afecta y que te diga qué es lo que él cree que tú puedes hacer para ayudarlo a superar los obstáculos a los que se enfrenta.

Establece una zona de "relajación"

Muchos alumnos que luchan para controlar sus comportamientos y emociones pueden lidiar mejor con ello alejándose de la situación y relajándose. Haz que esta práctica sea posible para el niño preestableciendo una zona para que el niño visite cuando necesite calmarse. Un rincón apartado del aula, un escritorio distante o un área tranquila de lectura pueden ser utilizados en forma efectiva para este propósito.

Crear un gesto silencioso

Genera un medio de comunicación silenciosa con el alumno para que no tengas que gritarle frente a sus compañeros. Si, por ejemplo, el comportamiento del niño cambia cuando se pone nervioso, puedes crear un gesto que le pregunte en silencio si necesita tomarse un descanso y calmarse. Si notas que comienza a enojarse, puedes discretamente hacer el gesto al niño, el puede asentir o negar con la cabeza y dirigirse al área de relajación de ser necesario.

Usa un diario

Alienta al alumno a que se ponga en contacto con sus emociones a través de un diario. Regálale un cuaderno y explícale que, en lugar de tener un brote si se enoja o se frustra, puede abrir su diario y registrar sus pensamientos y sentimientos. Si notas que el alumno escribe en su diario, llámalo cuando termine la clase y pídele que comparta lo que escribió. Úsalo como un punto de partida desde el cual puedas explorar los cosas que lo están molestando y ayúdalo a resolver cualquier problema que esté teniendo.

Recompensa frecuentemente

Los alumnos con problemas de conducta tienden a enojarse fácilmente si se los corrige. Para evitar esto, recompénsalo en lugar de castigarlo cada vez que sea posible. Establece un sistema de recompensas para el alumno y permítele ganarlas siguiendo las reglar, comportándose bien dentro del aula y trabajando duro para controlar sus brotes. A medida que lo hagas, el alumno comenzará a ver que sus esfuerzos son apreciados e incluso intentará mejorar su comportamiento.

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