Cómo evitar que los perros machos se apareen con las hembras

George Marks/Retrofile/Getty Images

Dependiendo de la raza, las perras hembras que no han sido servidas, o intactas, entran en celo de una a tres veces por año. Cuando sucede esto, emiten una feromona que atrae a los machos dándoles a entender que están listas para aparearse. Es necesario reconocer los signos del celo próximo si tienes machos intactos en tu casa. La única forma de evitar el apareamiento y la preñez es encerrar a la hembra hasta que su celo pase.

Observa a la hembra para descubrir los signos del próximo celo. Estos signos son una vulva roja e inflamada, un flujo sangriento, frecuente evacuación de orina y el deseo de vagabundear. Generalmente estos síntomas se presentan 10 días antes del celo propiamente dicho. Cuando saques a pasear a tu hembra mantenla atada a la correa o ponla en un lugar con una cerca. Durante este período es recomendable separar a las hembras de los machos para que no se peleen.

Una vez que empiece a mostrar los signos de celo, pon a la hembra en una caseta para perros o una habitación que sea inaccesible para los machos. Durante el celo la hembra produce un flujo transparente o de color paja que es el signo de que está lista para aceptar a cualquier macho. Este período dura entre 5 a 9 días. Mantenla separada hasta que pase. No la saques o la pongas cerca de los machos porque la olerán y se le tirarán encima.

Castra a tu hembra si no planeas hacerla servir. De esta manera eliminarás el celo y la posibilidad de que se preñe. Existe también una inyección que tu veterinario le podrá administrar tres semanas antes del celo. Esta inyección evita el período de celo. No tiene efectos secundarios y la perra podrá concebir más adelante.

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