Ideas revolucionarias

A finales del 1700, la revolución se estaba esparciendo por toda Europa y en lo que luego se convirtió en Estados Unidos. Las revoluciones americana y francesa y las guerras napoleónicas ocuparon un lugar preponderante para las guerras de la independencia de América Latina. El deseo de libertad, independencia, y el autogobierno se fueron expandiendo por todo el mundo. Estos ideales, y el éxito de muchos otros, inspiró e iluminó a quienes en América Latina estaban buscando liberarse de las injusticias y la esclavitud del colonialismo.

Tensión racial

Existió una variedad de razas en el "Nuevo Mundo" de América Latina, y muchos sintieron el dolor de la injusticia y la discriminación. La gente descendiente de africanos deseaba la liberación de la esclavitud, mientras que los mestizos de razas mezcladas y los mulatos tomaban a mal lo que percibían como ventajas que poseían los blancos, como el bienestar y el poder. Otros simplemente sentían que eran considerados como ciudadanos de segunda clase. Muchas personas sentían ansiedad de luchar contra la picadura del racismo. Por ejemplo, T'oussaint L'ouverture llevó la revolución de Haití alentando a que Haití se convirtiera en la primera república negra en el mundo.

Liderazgo emergente

Muchos otros individuos tomaron el liderazgo en sus países como L'ouverture lo hizo en Haití. Los oprimidos fueron inspirados a sublevarse y movilizarse más allá de sus líderes de organización. Algunos de los líderes principales durante este momento que ayudaron a sus países a lograr la independencia fueron Migue Hidalgo de México, José Morales de México, Simón Bolívar de Venezuela y José de San Martín de Argentina y Chile.

Invasión de España de Napoleón

Una razón de la invasión de España de Napoleón causó malestar en el Nuevo Mundo debido al descontento con la nueva autoridad francesa. Sin embargo, la invasión de España de Napoleón benefició enormemente a aquellos que se encontraban en el Nuevo Mundo redirigiendo la atención de España a su propio levantamiento, debilitando, por lo tanto, el control sobre las colonias del Nuevo Mundo. Esto le permitió a los revolucionarios florecer y ser exitosos.