Dios habla a Jeremías

Haz que los niños lean a Jeremías 9:23-24 en voz alta. Pídeles que compartan un momento en el que perdieron algo importante, y hablen sobre lo que se siente experimentar la pérdida y el dolor. Explica que en el tiempo de Jeremías, el pueblo de Israel estaba muy triste porque sus hogares y lugares de culto fueron destruidos en una guerra. Invita a los niños a hablar de lo que significa confiar en Dios aún cuando suceden cosas malas. Ayúdalos a cortar en cartulina formas de corazón. Escribe una oración en el corazón de papel tal como "Dios me ama mucho".

Gotas en el recipiente

Haz que los niños lean en voz alta a Isaías 40:12-17. Pídeles que se imaginen una gran cantidad de agua como un lago o el océano. Luego toma un recipiente, un pequeño vaso de agua y un cuentagotas, y pregúntales cuántas gotas creen que se necesitan para llenar el recipiente. Haz que cada niño tome un turno añadiendo una gota en el balde. Explícales que Dios es aún más grande que el más grande lago o el océano, y que Dios ve a todos los países del mundo como a gotas en un recipiente. Invita a los niños a hablar acerca de los momentos en los que pueden acudir a Dios (por ejemplo, cuando están tristes, temerosos o solitarios).

Deseosos de Dios

Utilizando fotografías montadas sobre cartulina, muéstrales imágenes de los destinos vacacionales más preciados (tales como playas, estaciones de esquí y parques temáticos). Pídele a los niños que hablen acerca del tiempo que se fueron de vacaciones y lo que se siente estar deseoso por la experiencia. Pídeles que lean el Salmo 84 en voz alta y explícales cómo los hebreos hicieron peregrinaciones al templo para participar en el culto. Invita a los niños a hablar sobre las maneras en que pueden tratar de estar en la presencia de Dios (por ejemplo, yendo a la iglesia, estando con los amigos y la familia, ayudando a los demás y haciendo lo correcto).

El constructor sabio y el insensato

Haz que los niños lean la parábola de los constructores sabios e insensatos en Mateo 7:24-27. Toma una baraja de cartas e invítalos a esperar su turno para agregar tarjetas y tratar de construir una torre. Puedes dramatizar el punto mediante el uso de un ventilador de mesa para soplar aire contra la estructura inestable. Luego lleva algunos elementos sólidos tales como bloques o ladrillos de madera pesada y llévalos por el mismo proceso. Demuéstrales con qué facilidad se destruye el castillo de naipes en comparación con la estructura sólida. Pide a los niños que hablen de cómo se puede construir una base sólida con fe en Dios.