Step 1

Conoce tus derechos. La violencia doméstica no sólo incluye la agresión física sino también el abuso sexual y el encarcelamiento forzado (por ejemplo, dentro del hogar) y puede ser cometido por esposos, esposas, miembros de la familia y cualquier persona con la que la víctima ha tenido una relación "romántica".

Step 2

Graba, fotografía o conserva cualquier evidencia disponible inmediatamente después del incidente. Si la agresión fue física las fotografías serán muy útiles, pero es preferible que vayas al hospital ya que la evidencia de las actas médicas estará en las manos de una tercera persona neutral.

Step 3

Suspende en una forma definitiva las relaciones con tu abusador. Múdate, comienza los trámites de una orden de restricción. Quédatela y utiliza la autoridad del documento durante todo el proceso de demanda. De otra forma es posible que el agresor trate de intimidarte con (posiblemente) más violencia o venganza por haber iniciado un proceso de demanda.

Step 4

Reúne evidencia con anticipación para descartar posibles demandas reconvencionales de Litigación Estratégica Contra la Participación Pública (cuya sigla en inglés es SLAPP) y proferidas por la defensa con el sólo propósito de acosarte financiera y emocionalmente (a través de alegar difamación o demanda maliciosa, por ejemplo). Entrevista a los vecinos, quienes podrían ser posibles testigos.

Step 5

Formula tu demanda dentro del estatuto de limitaciones. La violencia doméstica es un delito intencional y el estatuto de limitaciones por lo general caduca después de 1 o 2 años, dependiendo del estado.

Step 6

En el caso de que estés casada con el demandado inicia el proceso de divorcio inmediatamente después de demandar, ya que si lo haces antes algunos estados te negarán tus reclamos posteriores con base en el principio legal conocido como res judicata. Esto significa que la corte considera que el caso ha sido suficientemente juzgado a través del procedimiento de divorcio.

Step 7

Si el abuso fue emocional considera reclamos adicionales o alternativos como provocación intencional de angustia emocional, por ejemplo.