Step 1

Trata a un pastor con respeto. Un pastor dedica largas horas para servir a su congregación con la recompensa financiera mínima por su tiempo. Respeta a un pastor por ser el profesional que es y trátalo como respeto, como lo harías con cualquier otro profesional en cualquier otra profesión.

Step 2

Respeta la privacidad de un pastor. Algunas iglesias ofrecen una casa parroquial para el pastor y su familia para vivir. El hecho de que la iglesia sea dueña de la casa parroquial, no da a la congregación acceso ilimitado a la casa de un pastor. Respeta el hecho de que un pastor y su familia necesitan privacidad tanto como cualquier otra familia.

Step 3

Recuerda que un pastor también es humano. Algunas personas ponen al pastor y su familia a un nivel más alto tratando a la familia como si vivieran en una pecera. No chismees acerca de un pastor y su familia cuando pasan por un mal momento. En su lugar, proporcionales la misma compasión que se puede esperar de parte de un pastor si estuvieras pasando por la misma situación.

Step 4

Di gracias. Si el sermón de un pastor te llegó al corazón, entonces díselo. Envíale un correo electrónico diciendo lo mucho que el sermón te llegó. Escríbele una carta o pasa por la iglesia y hazle saber lo mucho que aprecias todo lo que hace para su congregación.

Step 5

Celebra el Mes del aprecio del pastor, el cual es en octubre. Haz algo agradable para tu pastor durante el mes de octubre para darle las gracias por todo su trabajo duro. Escríbele una nota personal de agradecimiento que específicamente diga lo que ha hecho bien. Dale una pequeña muestra de tu agradecimiento con un regalo o un certificado de regalo en honor al Mes del aprecio del pastor.

Step 6

Recuerda a tu pastor en Navidad. Envíale a tu pastor una tarjeta de Navidad y cómprale un regalo modesto.

Step 7

Di adiós. Algunas iglesias rotan a sus pastores, así que asegúrate de decirle adiós cuando un pastor se va de tu iglesia. Anima a tu iglesia para celebrar algún tipo de ceremonia para que la congregación pueda decirle adiós y recoge una ofrenda de amor para enviar a tu párroco, cuando haga la transición a una nueva iglesia.