Insecticida para cucarachas casero

Cucaracha.

Las cucarachas son insectos que pueden ser una molestia cuando invaden tu hogar. Hay más de 4.000 especies distintas. Las que invaden los hogares se sienten atraídas por el ambiente cálido. Una cucaracha hembra puede poner hasta 40 huevos por camada. Por fortuna, hay remedios caseros efectivos que pueden detener la infestación y matar a las cucarachas de tu casa.

Ácido Bórico

El ácido bórico es uno de los insecticidas caseros más utilizados comúnmente. Fue registrado como insecticida en 1948. Cuando las cucarachas lo comen, se deshidratan y eventualmente mueren. Aquellas que lo comen suelen llevar un poco a su nido, en sus patas o cuerpo, introduciéndolo al resto de su familia. Para hacer un insecticida casero, mezcla de 2 a 3 cucharaditas de ácido bórico a partes iguales con azúcar y agua para formar una pasta. Ponlo en áreas donde normalmente residan las cucarachas y espolvorea las áreas infectadas de tu hogar. Este método elimina las cucarachas en dos semanas.

Bicarbonato de sodio y azúcar

El bicarbonato de sodio es un útil producto que debes tener en casa. Se usa normalmente como un repelente contra cucarachas no tóxico. Funciona de manera similar al ácido bórico. Mezcla partes iguales de bicarbonato de sodio, azúcar y agua. Usa esta pasta como carnada en áreas en que las cucarachas normalmente habitan, bajo la alacena, a un lado del refrigerado y alrededor del fregadero. El bicarbonato de sodio matará a las cucarachas que lo coman y se pegará a sus patas, así que lo llevarán de vuelta al nido, donde otras lo comerán y morirán.

Agua y jabón

Otro método simple y efectivo para matar cucarachas es agua con jabón. Mezcla una taza de agua con una cucharadita de jabón. Vierte la solución en una botella con rociador, y rocía la mezcla sobre las cucarachas. Las solución jabonosa las sofocará cuando la espuma bloquee sus poros y evite que respiren. Usa tanto este insecticida como sea necesario. También debes dejar una jarra con agua en las esquinas que visitan con frecuencia. Cuando entren en la jarra ya no podrán escapar.

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