Las llaves del agua

La mayoría de las lavadoras tienen dos grifos de suministro diferentes, uno para el agua caliente y otro para el agua fría. Si tu lavadora funciona bien hasta el punto del ciclo de enjuague, esto es una señal probable de que el grifo de agua fría no ha funcionado correctamente, ya que este es el punto en que se necesita agua fría. La válvula puede haberse atascado. También es posible que los filtros de agua dentro de las tuberías que conducen a la máquina se hayan obstruido.

Problema con el temporizador

Los ciclos por los que tu lavadora atraviesa se basan en el temporizador de la misma. Si un ciclo no está funcionando correctamente, el temporizador puede estar negado a seguir adelante. Esto puede parecer un problema tonto, pero el temporizador necesita enviar señales al resto de la lavadora para hacer que cambie a los diferentes pasos. Es posible que tengas que cambiar el temporizador para pasar al ciclo de enjuague nuevamente.

Problema con el control de desagüe

El mecanismo de control de drenaje permite que el agua drene hacia fuera de la lavadora correctamente. Si el control de drenaje está roto o el desagüe está obstruido, el agua de lavado no será capaz de escapar y la lavadora se detendrá al intentar iniciar dicho ciclo. Puedes limpiar y reajustar tus componentes de control de drenaje, o puede que tengas que sustituirlos por completo para que puedan empezar a funcionar de nuevo.

Problemas eléctricos

Los problemas eléctricos pueden ser la raíz de los problemas del ciclo de enjuague. Un cableado defectuoso puede ser la razón por la cual tu temporizador no funcione correctamente. Es posible que la alimentación se corte cuando la lavadora alcance el ciclo de enjuague, haciendo que se apague por completo. Puede que las señales necesarias para pasar al siguiente ciclo no puedan pasar a través de un cableado corroído o quemado. Estos problemas pueden ser difíciles de detectar y pueden requerir el trabajo de un profesional.