Cuidado

Si se hace crecer la lavanda bajo una sombra parcial, la tierra en la que crece debe tener buen drenaje. Un pH del suelo neutro o levemente alcalino proporciona las mejores condiciones para que crezca. Se puede agregar lima al suelo ácido para que sea más alcalino. Poda la lavanda inmediatamente después de que florezca. Divídela en el otoño, de ser necesario. La lavanda soporta el viento, pero necesita agua periódicamente durante períodos sumamente prolongados.

Derivación

La lavanda proviene de las montañas y la costa del Mediterráneo. Crece en las laderas soleadas, secas y rocosas. El nombre proviene de la palabra en latín "lavare", que significa "lavar". La fragancia de la lavanda no solo se utiliza para perfumar jabones, sino también en lociones, aromatizadores y bolsitas. Tanto el follaje como las flores son aromáticos y perfuman el aire cuando sopla el viento. A la miel preparada en base a la lavanda se la considera un bocadillo de la cocina gourmet.

Tipos

Lavanda común L. angustifolia, resistente, en el U.S. Department of Agriculture zonas cinco a nueve, crece de 2 a 3 pies (70 cm a 1 metro) de altura. Otras más cortas incluyen Hidcote y Munstead, que llega a aproximadamente una altura de 1 1/2 pies (50 cm). Lavanda española, resistente en zonas ocho y nueve, tiene espinas y en sus puntas brácteas son de color violeta y se asemejan a las orejas de un conejo. Todas crecen a pleno sol, pero tolerarían una sombra parcial.

Características

La lavanda florece a principios hasta mediados del verano. Esta planta tipo arbusto, de madera perenne tiene espinas cubiertas con pequeñas flores violeta. El follaje es plateado hacia un verde grisáceo con hojas delgadas en punta. Ideal para los jardines con piedras, declives o herbales, la lavanda necesita seis horas de sol por día. La planta no va a andar bien bajo la sombra.