Step 1

Sostén un zapato en cada mano de la parte superior de la zona del talón y golpea las suelas entre sí para soltar el polvo y la suciedad. Debes hacer esto en el exterior después de cada uso o si tienes desechos visibles en tus zapatos.

Step 2

Cepilla suavemente la superficie superior de los zapatos para quitar la suciedad y el polvo apelmazado y para levantar el pelo de la gamuza. Alternativamente, puedes frotar los zapatos con una toalla húmeda.

Step 3

Limpia las zonas de cuero suave y las suelas de los zapatos con un paño húmedo. Frota las ralladuras difíciles de quitar con un poco de jabón para silla de montar, si así lo deseas. Enjuaga el paño a menudo.

Step 4

Limpia los zapatos como sea necesario o en forma mensual, con un limpiador de cuero especialmente formulado para el tipo de cuero, de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Trata todas las manchas y las salpicaduras tan pronto como sea posible.