Step 1

Averigua quién es la fuente de los rumores y mentiras. Descubre a la persona detrás de todo el dolor y haz un plan para enfrentarte a él directamente sobre los rumores y mentiras.

Step 2

Reconoce que las personas dicen mentiras y rumores porque quieren ganar una posición de poder sobre la persona cuya reputación están tratando de destruir. Entiende que los celos, la soledad, la inseguridad e incluso el aburrimiento son las motivaciones de las personas para tratar de dañar tu reputación.

Step 3

Pregúntate a ti mismo si hay algo de cierto en los rumores. Haz una lista de tus defectos de carácter o indiscreciones en tu diario.

Step 4

Acércate a las personas cuya opinión valoras más como puede ser un jefe, un compañero de trabajo valioso, cliente, amigo atesorado, cónyuge o pareja que sepas que haya oído los rumores y disípalas divulgando lo que es verdad y lo que es falso. Pide disculpas y acepta la responsabilidad por cualquier parte de los chismes que sean verdad.

Step 5

Acércate a la persona que difunde los rumores acerca de ti en privado. Habla con él directamente de una manera tranquila y sin confrontaciones. Mantén tus emociones bajo control mientras le cuentas claramente a la persona el dolor y el daño que sus acciones están causando. Pregúntale si hay algo que hayas hecho para ofender o herir a esta persona. Solicítale que deje de difundir cosas hirientes sobre ti inmediatamente. Dile que le has dicho a tu jefe o maestro lo que está pasando y que las personas están enteradas de los rumores.

Step 6

Evita el contacto emocional o las peleas físicas o verbales con la persona que está esparciendo los rumores acerca de ti durante tu conversación o en cualquier momento. Concentra tu energía en ser un excelente estudiante o trabajador y mantén tu conducta intachable para que con el tiempo las personas aprendan a ignorar al chismoso. Deja que la persona acusadora destruya su credibilidad por sí mismo con tu buen comportamiento.

Step 7

Niégate a participar en chismes o a propagar rumores sobre cualquier otra persona en la escuela o en la oficina, sobre todo porque has vivido en carne propia el dolor y la devastación que esto puede causar.