Step 1

Limpia el piso con regularidad para evitar que los mosaicos se vuelvan resbalosos. La arena, el polvo y las manchas de grasa contribuyen al piso resbaladizo. Barre todos los días para quitar la suciedad; pasa el trapeador todas las semanas o con más frecuencia de ser necesario y usa un limpiador acorde al tipo de mosaico.

Step 2

Trata tu piso de mosaicos con un terminado antideslizante para lograr una sensación más áspera. Las capas líquidas de antideslizantes se pintan sobre el mosaico con un cepillo y contienen ácidos poderosos. Protégete con gafas y guantes de seguridad mientras trabajas. Escoge una fórmula que no se vuelva amarillenta para conservar lo mayor posible la belleza natural del mosaico.

Step 3

Adorna el piso de mosaicos con apliques adhesivos para ayudar a que tu familia tenga un punto de apoyo. Al igual que los adhesivos antideslizantes que se usan en la bañera, los apliques se adhieren al mosaico y proporcionan una textura más áspera para evitar las caídas. Los apliques para pisos están disponibles en tiendas de especialidades para pisos.