Objetivos del injerto de plantas
El injerto, una forma asexual de reproducir plantas, involucra unir partes de dos plantas diferentes para crear una sola. Esta técnica se remonta a miles de años atrás en la historia de la humanidad y es mencionada en la Biblia. Quienes la realizan se refieren a la parte superior de la planta injertada como injerto propiamente dicho o esqueje y a la parte inferior como pie, portainjerto o patrón. Injertar tiene muchos beneficios, lo que lo hace una opción atractiva para la propagación de plantas.
Clonación
Muchos jardineros quieren producir una copia exacta, o clon, de una planta en particular. A veces, esto es difícil o imposible de hacer si se reproduce la planta desde una semilla o esqueje. Es el caso de muchas coníferas, no enraízan bien desde esquejes, así que hacer injertos es más conveniente. Los productores puede injertar, por ejemplo, un vástago de pícea azul en un pie de pícea común para perpetuar las características deseadas de la primera, según la Extensión Cooperativa de Carolina del Norte.
Características de los portainjertos
En algunos casos, los horticultores injertan un esqueje en un pie de injerto particular para aprovechar ciertas características del mismo. Cuando la planta injertada madura, las características del portainjerto benefician a toda la planta. El pie puede tener un hábito de crecimiento que resulta deseable para los jardineros. Por ejemplo, algunos manzanos son muy grandes para patios residenciales o jardines pequeños; esto se resuelve injertando un vástago sobre un pie de manzano enano. Además, el pie puede ser resistente a una enfermedad y pasar esta característica al vástago.
Forma
Ciertos injertos se hacen para darle a la planta una forma deseada. Los rosales, por ejemplo, tienen un hábito de crecimiento arbustivo, pero mediante un injerto se les puede dar forma de árbol. Esto resulta de la combinación de un vástago y un pie conectados por un largo patrón intermedio. El patrón intermedio, una sección de una planta compatible tanto con el vástago como con el pie, le da a la planta forma de árbol. Además, se puede injertar un cerezo de hojas péndulas y hábito de crecimiento arbustivo con un pie compatible de otro cerezo. Estos producen un cerezo llorón.
Fruto
Algunos tipos de árboles frutales tardan muchos años en comenzar a producir frutos. Como los árboles injertados generalmente comienzan a producir frutos antes que lo obtenidos de plántulas, los productores tienden a elegirlos. En particular, los frutales injertados sobre pies enanos producen frutos antes que los árboles iniciados mediante plántulas o que los vástagos injertados en pies no enanos, según la Universidad Cornell.
Referencias
Sobre el autor
Mark Pendergast has worked as a freelance writer since 2007, focusing on topics such as health, sports and finance. He has worked as a newspaper reporter and librarian and has written for the "Northside Sun" and "Jackpot," among other publications. Pendergast holds a Bachelor of Arts from Millsaps College.