¿Qué efectos tienen las expectativas de los padres en los hijos?

Las expectativas académicas poco realistas para un niño pueden desalentarlo de trabajar hacia los logros.

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Las expectativas de los padres ayudan a nutrir el sentido de autoestima de tu hijo y pueden estimular un desarrollo saludable. Cuando se establecen expectativas tan altas que son irreales (o, por otro lado, ridículamente bajas) las personalidades de los niños y su sentido de valor personal se ven afectados de forma negativa. Entender el resultado y encontrar el equilibrio es la clave para promover un desarrollo saludable en los niños.

Demasiado altas

En su libro "Parenting an Only Child: The Joys and Challenges of Raising Your One and Only", la psicóloga Susan Newman discute el proceso de pensamiento y los peligros que vienen por colocar expectativas poco realistas sobre tu hijo. Newman dice que muchos padres tienen sueños y esperanzas para sus hijos incluso antes de que nazcan, lo que no es una cosa mala en sí, pero estos sueños pueden convertirse en expectativas demasiado altas e inasequibles y conducir a un exceso de énfasis en la perfección. El niño puede sentirse impotente o como un perdedor si no es capaz de vivir a la altura de esas expectativas o quizás podría darse por vencido fácilmente y ni siquiera tratar de ser excelente.

Demasiado bajas

Los hijos de padres que tienen expectativas muy bajas o no tienen ninguna fallan en un sentido de propósito y dirección en su vida. La American Academy of Pedatrics (AAP) advierte que un niño necesita metas para estimular el propósito y el logro para poder desarrollar un sentido saludable de autoestima. Un niño sobre el que hay pocas expectativas puede sentirse desmotivado para lograr cualquier cosa y buscar a un compañero u otro adulto (que tal vez no tenga los mejores intereses del niño en mente) para darle a su vida un sentido de propósito.

Lo correcto

La AAP dice que establecer expectativas realistas para el niño, unas que no sean demasiado altas ni demasiado bajas, le ayuda a desarrollar competencia y un sentido saludable de valor propio. Las expectativas saludables estimulan y permiten a un niño desempeñarse bien sin poner presión sobre él. Desarrolla seguridad y confianza en la relación con sus padres y obtiene una sensación de independencia y responsabilidad. Las expectativas realistas también incluyen la aceptación de errores a lo largo del camino, lo que le ayuda al niño a entender que los contratiempos son una parte normal de la vida.

Encontrar el equilibrio

William Sears, un pediatra y educador de padres en California, dice que los padres necesitan encontrar en donde residen las fortalezas de sus hijos y crear un ambiente que estimule y nutra sus talentos. Tener expectativas en un área en donde tu hijo tiene habilidad lo configura para el éxito y permite que tus expectativas sean realistas. Los padres también deben recordar que incluso aunque el niño sea el mejor alumno o el jugador estrella de básquetbol, no garantiza su éxito para el resto de su vida. Las lecciones de la vida, como la responsabilidad y la ética de trabajo, frecuentemente determinan el éxito de tu hijo mucho más que su boleta de calificaciones, así que las expectativas colocadas sobre un hijo deben incluir un equilibrio de habilidades de vida y talentos.

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